Recomendación de Maite, librera extra
vagante.
Creo que, por muy bien que consiga
explicarme, por muy expresivos que sean mis textos, por mucho que os
cuente de un libro, nunca seré capaz de transmitir todo lo especial
que puede llegar a ser.
Eso pensaba el otro día cuando, al
llegar a casa leía el cuento que hoy os traigo y que me recomendó
especialmente Maite, una gran librera, dueña de mi librería
favorita, Laextra-vagante. Y es que, yo os cuento algo de su
argumento, (solo algo, para no hablar de más) y os digo qué me
parece a mí y porqué lo considero especial, pero tengo la sensación
de que siempre me voy a quedar corta. Tal vez un día me anime y os
enseñe también una foto de mi cara al leer, tal vez sea más
ilustrativa :)
Maite quiso descubrirme una editorial
que a ella le gusta, la editorial Miau (de la que volveremos a hablar
porque tiene libros muy, muy bonitos) y hablando, hablando me enseñó
La visita de Oso, un álbum ilustrado al que solo le hizo falta un
primer vistazo para enamorarme. ¿Por qué? No lo sé, por sus
imágenes, sencillas, clásicas pero llenas de ternura y
expresividad, por su texto, que juega con diferentes tamaños pero
siempre se ve limpio y claro, por su historia, graciosa y divertida a
la par que real y con moraleja.
Oso vive solo y le encanta su casa y
su soledad, tanto que tiene en la puerta de entrada un cartel en el
que pone “no se permiten visitantes”. Una mañana, cuando está a
punto de prepararse su desayuno llaman a la puerta y cuando abre se
encuentra un ratón “pequeño, gris y de brillante ojitos”. Oso
le dice que se marche, “no se permiten visitantes”, pero el ratón
es más insistente de lo que piensa y él, además, tiene que hacer
un importante descubrimiento.
Supongo que ya os habéis dado cuenta
de que este libro me ha gustado mucho y es que, con mucho humor, con
situaciones cómicas y con ilustraciones que las acompañan a la
perfección, Boony Becker y Kady MacDonald Denton nos regalan una
historia que, como siempre pasa con los cuentos, nos puede hacer
pensar. Porque, es cómodo y seguro no admitir visitas de ningún
tipo, así nadie desordena nuestra vida, ni tenemos que oír cosas
que no nos gustan, ni tenemos que compartir tiempo o espacio, pero,
¿no es estupendo que alguien te diga lo bien que haces el pino?, ¿o
lo rico que está el té que tú reparas? Claro que sí. Las visitas
no siempre son oportunas, a veces nos gusta estar solos pero, si
perdemos algo de esa comodidad para no estar solo siempre, casi
seguro, nos vamos a alegrar.
Sé que Maite siempre me recomienda
libros geniales pero, esta vez, ha hecho que me traiga a casa un
libro maravilloso y le agradezco la oportunidad de pasar esta Navidad
con un oso un poco gruñón y un ratón cabezota, pequeño, gris y de
brillantes ojillos.
¡Ah! Por si no nos "vemos", ¡feliz entrada y salida de año!
¡Ah! Por si no nos "vemos", ¡feliz entrada y salida de año!