Hoy traigo un libro muy especial y por eso le quiero dedicar el post a mi prima Teresa. Ya os he hablado en varias ocasiones de mi familia. Tengo la suerte de que, tanto la familia de mi madre, como la de mi padre son numerosas (sobre todo la de mi madre) y mantengo una estupenda relación con unos y con otros, una privilegiada, vaya.
Mi prima Teresa es la quinta de siete hermanos, un poquillo revoltosa, con una sonrisa pícara y sobre todo, muy simpática. A Teresa le encanta montar a caballo y siempre que tienen que hacerle un regalo pide que la lleven a montar. La última vez, hace algo menos de un mes tuvo mala suerte y se cayó del caballo. Por suerte, no le pasó nada muy grave pero para evitar males mayores estuvo en la U.C.I., en observación y una vez que ha vuelto a casa a la pobre le quedan por lo menos dooooooos largos mese de reposo. ¿Y qué se puede hacer cuando uno está malito y no puede jugar mucho? ¡Claro! ¡Leer! Y aunque sé que su casa está llena de libros yo le recomiendo este por si se anima a hojearlo.
Las hermanas Penderwick es uno de esos libros encantadores que te mantienen durante casi toda su lectura con una sonrisa tonta en la cara. Desde luego, entra en la selección de “Mis favoritos”.
Es verano y nuestras protagonistas llegan, junto a su padre, un tranquilo profesor de botánica, a una casa campestre de Massachusetts para pasar las vacaciones.
Rosalind, de doce años, es la mayor y al morir su madre queda a cargo de sus tres hermanas, Skye, de once, impulsiva y valiente, Jane, de diez, tremendamente soñadora y una gran escritora y Risitas, de cuatro, muy tímida y muy amiga de los animales. Hound, el perro de la familia siempre la acompaña.
Las cuatro están dispuestas a pasar unos días estupendos y divertidos y pronto encontrarán nuevos amigos con los que hacerlo.
Jeffrey es el hijo de la propietaria de la finca donde está la casita de vacaciones de las niñas, es tranquilo y le encanta la música pero su madre quiere enviarlo a una academia militar para que siga los pasos de su abuelo. Además, la compañía de las cuatro Penderwick no le parece, en absoluto, beneficiosa para su pequeño, de ahí que trate por todos los medios de mantenerlas alejadas de él y de su enorme casa.
Pero nuestras chicas no están dispuestas a dejar que manden lejos a su nuevo amigo y mucho menos a un sitio que le aterra por lo que no dudarán en inventar toda clase de locuras para arreglar las cosas.
¿Por qué me gustó tanto este libro? Por varias razones, primero porque es divertido, lo pasé muy bien acompañando a esta familia en sus vacaciones. El carácter de cada personaje le da al libro un toque distinto y podemos encontrar aventuras, momentos cómicos, ternura, intriga, emoción…, ¡tiene de todo!
Además, es fácil de leer, con un ritmo ágil, un lenguaje bien elegido y una trama muy interesante.
Por otro lado, los hechos se desarrollan en un lugar bonito y nos podemos imaginar perfectamente veraneando en el campo, rodeados de naturaleza y animales.
Para mí es no tiene desperdicio, es una historia de las de toda la vida donde todos, grande y pequeñuelos, nos podemos sentir identificados con los personajes, es sencilla y tiene el encanto de las batallitas que cualquiera puede contar de sus vacaciones.
Ya sabéis que no soy muy partidaria de encasillar los libros por edades porque creo que siempre depende de los lectores pero de manera un poco orientativa podemos decir los diez años son una buena edad para él.
A mí me llamó la atención en cuanto lo vi y al leerlo descubrí que no me había equivocado, la aventura, los personajes, el ambiente… entre todos me hicieron irme de vacaciones al campo y pasarlo muy bien
Os invito a todos a darle una oportunidad a este librito que siempre consigue atrapar y espero que Teresa, si se anima a leerlo disfrute tanto como yo con él.
Además, si os gusta, ¡tiene segunda parte!