martes, 29 de marzo de 2011

Cadena de libros.


CADENA DE LIBROS
¿Conoces la literatura que se cuece en otras comunidades españolas? ¿Y la del pueblo vecino? ¿O la de otro país? Es por eso por lo que mi querida amiga de El mundo del libro y Matilda os proponemos un juego. Queremos organizar una cadena de libros.


Consiste en que por orden de “inscripción” recomendéis alguna obra, autor, género, moda, etc. de la literatura del lugar al que pertenece el siguiente participante.
Para inscribirse basta con dejar un mensaje en el muro de El mundo del libro, sólo bajo el comentario que indiquemos. Pondréis “Me engancho” y vuestra ciudad, pueblo o comunidad.
Entre todos, un pequeño granito de arena para la PROMOCIÓN DE LA LECTURA.


 ¿Qué decís? ¿Os animáis? ¡Vamos! Seguro que es interesante. Pinchad en El mundo del libro para poder engancharos, ¡Yo ya lo he hecho!

lunes, 28 de marzo de 2011

¡Penúltimo capítulo del cuento!

        Anatema me acaba de mandar su parte del cuento, ¡ya estamos muy cerca del final! Y la verdad es que debo felicitaros a todos, habéis conseguido mantener la intriga y la tensión y ahora, ¡la cosa está interesantísima! Aquí os lo dejo:


Tongorico respiró hondo antes de revelarles el destino que les estaba reservado. Todos aquellos que hubieran comido los icacos se convertirían en sapos. Dodo, se estremeció. No sabía exactamente porque, pero algo podía recordar. Sapos, huevos de dragón. Una amenaza terrible. Pero no pudo poner voz a sus pensamientos porque fue entonces cuando comenzó a oírse un ruido como de lluvia cayendo. Pero ese ruido procedía no del exterior si no de interior de la cueva. De repente una voz, dulce como la miel y cálida como el sol, entonó un delicioso canturreo con el amargo fondo quebrado del sonido de lagrimas cayendo. “Mis bebés, mis dulces y pobres bebés”.
Toda la cuadrilla de aves se volvieron a mirar el origen del sonido. La dragona canturreaba, mientras perlas doradas caían de sus ojos. “Mis pobres y dulces bebés, convertidos en....” No pudo seguir, con sus alas de un brillante color azul acariciaba los huevos que ahora presentaban un leve brillo azulado.


Nuestros amigos no entendían nada pero sentían una inmensa tristeza en sus corazones y Babaio y su familia temblaban como hojas.

La mamá de Babaio habló en ese momento. “Este es nuestro fin” dijo y enseguida oculto su cabeza bajo sus alas.

Entonces todos miraron a Tongorito buscando una explicación y eso es lo que obtuvieron, aunque quizás hubieran preferido seguir sin saberlo.

De todos modos Tongorito comenzó a hablar:

“Es conocido por todos, especialmente por los piratas, que la única manera de obtener una criatura mitológica, cruel malvada y casi invencible es mediante los huevos de una dragona. Si esos huevos son incubados por los sapos lo que nacerá de ellos no serán dragones si no basiliscos”.

Un grito de horror proveniente de la familia de Babaio hizo que Tongorito agitara un ala pidiendo silencio.

“Los huevos de dragona solo pueden ser incubados por los sapos, pero no por unos sapos corrientes, puesto que los basiliscos tienen parte de reptil y parte de ave, deben ser incubados por sapos que antes hayan sido aves, su transformación ocurre cuando comen icacos, pero unos icacos especiales que solo existen en esta isla. Antes de que pase un día todas las aves que los hayan comido se convertirán en sapos.”

Dodo recordó en ese momento todo lo que había aprendido hacía tiempo sobre cuevas con luces misteriosas, sobre aventurarse en islas perdidas, sobre huevos de dragones y sobre las aves como Babaio.



“Y entonces dijo en voz alta. “Nos engañaste Tongorito, nos engañaste para servir a los piratas, pero no me lamento por mi, si no por Babaio y su familia, porque para que un basilisco recién nacido sobreviva ha de tomar la energía de un ser concreto, de un ave, un ave como Babaio y su familia. Por eso estaba el huevo en el barco, todo ha sido una trampa.”

Un temblor estremeció a todos lo animales de la cueva. Tongorito aleteó furioso, pero no dijo nada. Y en medio de todo el revuelo Milón se hizo oír.

“Creo que todavía podemos hacer algo” dijo elevando la voz “Quizás no todo esté perdido” concluyó, mientras miraba fijamente unas extrañas marcas en la pared de la cueva....

         Espero que Milón tenga una buena idea porque la verdad es que nuestros pajaritos están metidos en un lío tremendo.
         En fin, ya solo nos queda esperar el final mordiéndonos las uñas.
         Marta, ¡todo tuyo!

         Un abrazo a todos :)

jueves, 24 de marzo de 2011

¡Ya tenemos el siguiente capítulo!

         Tita ha sido rápida como el viento escribiendo su parte del cuento y ya la tenemos aquí, ¡qué bien!


    Pero de pronto Dodo, ayudado por la luz azul pudo divisar fuera de la cueva un loro, que había caído de un barco pirata, por estar curioseando a la mamá de  Babaio, que en últimas era una simple trabajadora de una empresa cigüeñal, que se encargaba de pulir los bebés antes de enviarlos a París donde está la casa matriz de tal particular empresa.

    El loro tenía bastantes mañas al fin y al cabo que su anterior amo, era primo hermano del capitán Garfio,  entonces el conoció el sistema “morse”, para comunicarse con la vieja cabina del galeón del cual había caído por estar de chismosín. 

    El loro que era un viejo zorro, se quedo estupefacto al ver tantas plumas medio parientas algunas y otras totalmente desconocidas  amarradas, indefensas y sobre todos asustadas,  y por su puesto el  loro, que por cierto se llamaba Tongorito, se creía pirata y tenía una pata de palo,  no quería caer en ese juego desconocido; sin embargo  tuvo un asomo de solidaridad con su “familia plumífera”.

    Escondido en gran trupillo, árbol propio de la isla en que se encontraban, expulso un sonido  poco común, en vez  de parlar, hizo un fuerte rrruuaaaaaaaa , y se escondía, mientras Dodo,  empezó a hablar en voz baja a contarle a todos que fuera estaba su salvación, un loro que se encargaría de buscar ayuda,  podría ser un halcón, o ... y así propusieron muchas aves majestuosas, ornamentales y de rapiña.  La idea era que Tongorito fuera en su búsqueda para que los liberara… pero Tongorito, no podía hacer eso, por varios motivos, uno era un loro haragán y bucanero, y dos su vuelo no era ni largo ni alto…

    Se hacía de noche y todo era oscuro, hasta la luz azul perdía fuerza, el loro seguía escondido.. todos tenían hambre, por cierto se dice que Tongorito quedó estupefacto cuando todos empezaron a bostezar de hambre y sueño… menudo problema qué comerían? Pues Tongorito estuvo curucutiando en otros árboles y encontró, icacos,  marañón, mangos, y claro la luna estaba llena resplandeciente, y él les tiraba frutas como podía y raudo y veloz,  se volvía a esconder para no ser  atrapado.  Ya habían comido todos  y empezaron a quedarse dormidos algunos con un ojo abierto.

    Y a la media noche atraco un galeón lleno de bucaneros…. El lorito muy pillo se puso a tomar ron.. pero los otros desde la cueva y en complicidad con la luna se alistaron para vigilar desde lejos, cada uno cubría un frente, y resulta que estos piratas, que tenían un jefe que llevaba en su hombro un loro al que llamaba  como Oropel, y era un lorito educado para alabarlo, solo repetía: “es mi amo sangre amarilla pata de palo”…. Y de pronto empezaron a bajar grandes cofres, y baúles,    Dodo y los otros hacían silencio.. Mientras que fuera todo era jolgorio, risas, y carcajadas, se oían las copas a cada brindis por el tesoro que acaban de robar!


    Así transcurrió la noche  ahhhh y ellos habían bajado una maquina muy extraña,  a la que le echaban unas piedras y  salían convertidas en sal.. Dodo al día siguiente pensó que ellos eran los culpables de que el mar tuviera el agua salada.. Qué cosas!  Y bueno Dodo y sus parientes plumíferos  amanecieron con mucha sed,  y Tongorito con un guayabo tal que se cayó del trupillo y lo descubrieron y lo llevaron dentro…lo alinearon en la fila y allí quedó,  pero de los icacos que  llegaron en la noche quedo uno tirado fuera del  alcance de tan angustiadas y raras aves, y… quién lo creyera  el icaco emanaba una luz azul… entonces Tongorito mas  conocedor de mundo dijo a los otros, que los que hubieran comido icacos  seguramente se volverían …….. porque esos icacos eran mágicos y fue entonces que…

        ¿Qué os parece? Tenemos nuevo compañero de viaje :)
        Ahora es el turno de Anatema, ya solo faltan dos cuentistas por escribir, ¡qué emoción!
        Un abrazo a todos, nos leemos.

miércoles, 23 de marzo de 2011

Otro poquito de cuento y una disculpa.

        Hoy tengo que pediros a todos una disculpa, especialmente a Matilde. Ella me mando ayer su parte del cuento y yo pensaba subirla al blog un ratito después pero me fui a patinar, me caí (se ve que tengo que practicar mucho más) y me mareé. Soy una persona que se marea con mucha facilidad, desde pequeñita y además, me cuesta bastante recuperarme así que cuando llegué a casa no pude seguir con nuestra historia, lo siento mucho.
        Por suerte hoy estoy mejor y ya podéis leer el siguiente capítulo. ¡Os va a encantar!



    Pero Dodo había visto algo más. Por eso, mientras corría a toda prisa al encuentro del grupo su angustia crecía y por undécima vez en aquel día, los temores con los que el grupo comenzó esta aventura, cacareaban de nuevo en su cabeza : „que cuando uno va de excursión siempre debe llevar agua y un mapa, que si una cueva es de colores, o si en ella brilla una luz tan azul y tan intensa, hay algo raro en ella, que si oímos el ruido del mar …hasta un pájaro  Dodo tonto sabe esto...",  Dodo lanzó un grito tan enérgico al llegar, que consiguió poner a todos las plumas de punta: “ -!Están todos ahí!, no sólo Milón, a todos los tienen prisioneros”-. Un silencio pavoroso precedió al parloteo del grupo interrumpido solo por el gimoteo de Babaio, hacia quien todos giraron sus cabezas al unísono y por segunda vez en ese día. -„Mi familia-, se lamentó Babaio.


    Según contó Dodo la situación era la siguiente: una cueva que desprendía una luz azul e intensa, casi mágica, una Dragona, que la custodiaba, Milón atado a una enorme roca y vigilado muy de cerca por la Dragona y los huevos, enormes cascarones de huevos dispuestos en hileras...y al fondo lo que parecían enormes jaulas con, !claro! criaturas de grandes ojos verdes y cuello largo como... una vez más los ojos de todos se posaron de nuevo en Babaio, quien consiguió esta vez articular la palabra “mamá,” mientras recordaba en voz alta las últimas palabras que de ella percibió a través del cascarón “-no tengas miedo, hijo, voy a ponerte a salvo, son ellos, vienen a por nosotros...”-y al dulce canto consolador que le prosiguió después “.-Son ellos- explicó Babaio, con los enormes ojos chispeantes -los saqueadores de cascarones, los piratas de...-”
Pero Babaio bajó su cuello, abatido, pues no conseguía recordar nada más y ahora varios interrogantes pendían sobre las cabezas de todos como serpientes grotescas: ¿quienes eran estos piratas?, ¿qué pensaban hacer con todos esos huevos? ¿de dónde había salido esa dragona fantástica si en realidad los dragones solo existen en los cuentos? Y lo más importante, ¿lograrían rescatar a Milón, a todos esos huevos y a la familia de Babaio...?

        No me diréis que la cosa no está de lo más emocionante.
        Ahora es el turno de Tita la más bonita.

       Puede que estos días ande un poco perdidilla, tengo un final de mes algo complicado y no sé si me dará tiempo a caer mucho por aquí. Ultimamente hago muchas cosas y por eso estoy un poco desaparecida, os pido disculpas de nuevo pero es que no me da el tiempo para más.
        De todos modos, poco a poco me iré organizando mejor y me cundirá mucho más :)
       Como siempre, muchas gracias por estar ahí y seguimos en contacto.
       Abrazos a todos.

miércoles, 16 de marzo de 2011

¡Un nuevo paso en nuestra aventura!



          Bueno, esta semana ha habido algunos problemillas con el cuento porque se nos han caído dos cuentistas y la cosa se ha retrasado un pelín. Por suerte Espe ha tomado el relevo y ha conseguido que el bache no se note nada, aquí os dejo su parte. Francamente, creo que nos está quedando una historia estupenda.

         Tres problemas graves atormentaban al variopinto grupo: Tenían hambre, debían buscar un sitio para pasar la noche y encontrar un medio para salir de la isla.
Lo más acuciante en este momento era localizar un lugar seguro donde guarecerse y descansar. La luz era cada ver más tenue, el terreno desconocido y no sabían qué tipo de inquilinos, si es que los había, podían pulular por la isla. El miedo a lo ignoto estaba haciendo mella en el ánimo de nuestros amigos.


   Tras una pequeña inspección abandonaron la arenosa y blanca arena para adentrarse en la tupida maleza. Escondida entre ella y a los pies de una rocosa formación descubrieron una abertura por donde podrían adentrarse y esperar al amanecer.
El grupo se fue acercando sigilosamente, y el primero de la expedición, nuestro amigo Milón se internó a inspeccionarla.
Una fuerte y atractiva luz azul lucía al fondo de la cueva. Cuanto Milón más avanzaba más fuerte e intensa se hacía…
Fuera todos estaban nerviosos. Cinco, diez, quince minutos… y nada. Ante tanta tardanza Dodo no pudo aguantar más ¿Qué habría dentro? ¿Alguna extraña criatura viviría allí recluida? Así que, sin pensárselo dos veces, se internó en la cueva. Y... ¿Cuál fue su sorpresa? ¡ Milón se encontraba atado a una gran roca y vigilado por una enorme dragona!


   Con la respiración contenida e intentando que su corazón dejara de galopar se reunió con el resto del grupo. Tenían que liberar a Milón, pero…¿Cómo? Y… ¿ De donde provenía esa intensa luz azul...?

        ¡Qué intriga madre mía! Ya tenemos hasta dragones y luces raras, ¿a dónde nos llevará esto? Ya estamos llegando al final, solo nos quedan cuatro cuentistas, ¿no estáis deseando saber qué va a pasar? ¡Yo sí! De momento, vamos a ver cómo sigue la historia Matilde.

Las hermanas Penderwick. Jeanne Birdsall. Entrada dedicada a mi primilla Teresa.

Hoy traigo un libro muy especial y por eso le quiero dedicar el post a mi prima Teresa. Ya os he hablado en varias ocasiones de mi familia. Tengo la suerte de que, tanto la familia de mi madre, como la de mi padre son numerosas (sobre todo la de mi madre) y mantengo una estupenda relación con unos y con otros, una privilegiada, vaya.
Mi prima Teresa es la quinta de siete hermanos, un poquillo revoltosa, con una sonrisa pícara y sobre todo, muy simpática. A Teresa le encanta montar a caballo y siempre que tienen que hacerle un regalo pide que la lleven a montar. La última vez, hace algo menos de un mes tuvo mala suerte y se cayó del caballo. Por suerte, no le pasó nada muy grave pero para evitar males mayores estuvo en la U.C.I., en observación y una vez que ha vuelto a casa a la pobre le quedan por lo menos dooooooos largos mese de reposo. ¿Y qué se puede hacer cuando uno está malito y no puede jugar mucho? ¡Claro! ¡Leer! Y aunque sé que su casa está llena de libros yo le recomiendo este por si se anima a hojearlo.

Las hermanas Penderwick es  uno de esos libros encantadores que te mantienen durante casi toda su lectura con una sonrisa tonta en la cara. Desde luego, entra en la selección de “Mis favoritos”.
Es verano y nuestras protagonistas llegan, junto a su padre, un tranquilo profesor de botánica, a una casa campestre de Massachusetts para pasar las vacaciones.
Rosalind, de doce años, es la mayor y al morir su madre queda a cargo de sus tres hermanas, Skye, de once, impulsiva y valiente, Jane, de diez, tremendamente soñadora y una gran escritora y Risitas, de cuatro, muy tímida y muy amiga de los animales. Hound, el perro de la familia siempre la acompaña.
Las cuatro están dispuestas a pasar unos días estupendos y divertidos y pronto encontrarán nuevos amigos con los que hacerlo.
Jeffrey es el hijo de la propietaria de la finca donde está la casita de vacaciones de las niñas, es tranquilo y le encanta la música pero su madre quiere enviarlo a una academia militar para que siga los pasos de su abuelo. Además, la compañía de las cuatro Penderwick no le parece, en absoluto, beneficiosa para su pequeño, de ahí que trate por todos los medios de mantenerlas alejadas de él y de su enorme casa.
Pero nuestras chicas no están dispuestas a dejar que manden lejos a su nuevo amigo y mucho menos a un sitio que le aterra por lo que no dudarán en inventar toda clase de locuras para arreglar las cosas.


¿Por qué me gustó tanto este libro? Por varias razones, primero porque es divertido, lo pasé muy bien acompañando a esta familia en sus vacaciones. El carácter de cada personaje le da al libro un toque distinto y podemos encontrar aventuras, momentos cómicos, ternura, intriga, emoción…, ¡tiene de todo!
Además, es fácil de leer, con un ritmo ágil, un lenguaje bien elegido y una trama muy interesante.
Por otro lado, los hechos se desarrollan en un lugar bonito y nos podemos imaginar perfectamente veraneando en el campo, rodeados de naturaleza y animales.
Para mí es no tiene desperdicio, es una historia de las de toda la vida donde todos, grande y pequeñuelos, nos podemos sentir identificados con los personajes, es sencilla y tiene el encanto de las batallitas que cualquiera puede contar de sus vacaciones.
Ya sabéis que no soy muy partidaria de encasillar los libros por edades porque creo que siempre depende de los lectores pero de manera un poco orientativa podemos decir los diez años son una buena edad para él.
A mí me llamó la atención en cuanto lo vi y al leerlo descubrí que no me había equivocado, la aventura, los personajes, el ambiente… entre todos me hicieron irme de vacaciones al campo y pasarlo muy bien
Os invito a todos a darle una oportunidad a este librito que siempre consigue atrapar y espero que Teresa, si se anima a leerlo disfrute tanto como yo con él.
Además, si os gusta, ¡tiene segunda parte!

jueves, 10 de marzo de 2011

Otro variadito

¡Qué barbaridad! ¡Últimamente no hago más que publicar variaditos! Por una parte, es que siempre estás surgiendo cosillas que contar, por otra, os voy a decir la verdad, me he quedado atascada y no sé qué libro reseñar ahora. Tengo una lista larga para los dos blogs pero no me decido, ¡ay! En fin, ya mismo me desatasco, lo prometo.
Bueno, lo primero, agradeceros mucho porque, ¡La reseña de La Mennulara ha ganado el concurso de Aventarte! ¡Gracias! Hemos apadrinado un libro estupendo y por supuesto, ya que os habéis animado a darle vuestro voto, os animo a que no dejéis de leerlo.
Además, estos días he encontrado una cosita que no conocía y quería enseñárosla porque me ha encantado.
Son los diez derechos del lector, escritos por Daniel Pennac (aparecen en su libro Como una novela) e ilustrado por Quentin Blake. Yo, como no, pienso imprimirlos y colgarlos en mi despacho J


Y de momento nada más, bueno sí, agradeceros también vuestra participación en el cuento de Matilda, está quedando chulísimo y yo estoy disfrutando un montón con él. A ver si le buscamos un título.

Ahora sí, nada más. Un abrazo grande a todos y nos leemos.

miércoles, 9 de marzo de 2011

Más pasitos del cuento.



Cuentos del bosque nos trae la nueva entrega del cuento, aquí os la dejo:

Uno a uno fue pisando el suelo de la isla y fue Milón quien se percató que delante de ellos había restos del cascarón, pero de su ocupante nada.
Dodo enseguida encontró huellas frescas, por lo que invitó a todos a seguirlas.
De repente vieron que a pocos metros una rama de ciprés se movía. Efectivamente, era la extraña criatura que caminaba de una punta a la otra, balbuceando palabras que,por la lejanía, no podían ser entendidas en su totalidad.
 Milón reunió al grupo y les pidió que por favor no dieran un paso más y se quedaran allí sin hacer ruido. De esta manera sería él, quien se acercaría a averiguar un poco más cual era la historia que ocultaba este extraño personaje.
Un poco caminando y otro poco volando, se fue acercando a una distancia prudencial. Desde allí empezó a dar unos graznidos que lograron llamar la atención del ave posada en la rama, quien se detuvo al instante y le clavó la mirada.
Sus ojos transmitían, miedo y preocupación. Por lo cual, Milón, lejos de estar asustado, comenzó a sentir compasión por él.
Dejó pasar unos segundos y le dijo:
- No tengas miedo. Cómo te llamás?. En que podemos ayudarte?.
La extraña criatura, con desconfianza, miró a su alrededor. Principalmente se cercioró que el resto de la pandilla, estuviera lejos. Al parecer lo abrumaba la multitud.
Cuando se sintió seguro exclamó:
- Soy Babaio. Busco a mi mamá. Sé que mi mamá me empollaba y cuidaba. Desde dentro del cascarón podía escuchar su dulce voz, cantándome. Hasta que un día, alguien nos separó. Podés ayudarme?.
Milón entendió que Babaio había huído, por miedo ya que creía que él y sus amigos lo habían capturado.
Entonces le dijo que iría a hablar con los demás y contarles la situación. Le pidió que por favor no les tuviera miedo, que juntos harían todo lo posible para que él se reuniera con su madre.
Fue así como Milón le transmitió todo al resto del grupo, quienes por unanimidad, decidieron ayudar a  Babaio.
La noche estaba por caer, por lo que decidieron buscar un lugar donde refugiarse y al día siguiente continuar con la búsqueda. Aunque ellos no lo sabían, ésta búsqueda develaría muchos misterios...


¡Me encanta Babaio! Y eso de que hable con acento argentino me parece genial, ¿seremos capaces de mantenerlo?

Ahora le toca a Ian Ietkin.

Un abrazo a todos.

jueves, 3 de marzo de 2011

Otro poquito de cuento.

         Todos los cuentistas estan siendo muy rapiditos en escribir sus partes de historia y ya tenemos la de Blanca.



Y como si todos juntos fuesen uno solo saltaron por la borda. Fueron cayendo de uno en uno, durante unos segundos sólo se escuchó: ¡chof!, ¡chof!, ¡chof!...
Hasta que todos estaban en el agua y nadie en el barco. Pero en ese instante no se dieron cuenta, tan sólo miraban a todos lados intentando localizar a la criatura extraña de diminutas piernas, pescuezo largo y grandes ojos verdes, que desde que había salido de ese huevo solamente les había dado problemas.
Esta vez Milón no fue el último, como solía ser costumbre, y gritó: ¡ahí está!, señalando a lo lejos.
La criatura extraña había llegado a una isla y paseaba por la orilla desafiante como queriéndoles decir: aquí estoy, si queréis algo tendréis que venir.
Mientras todos le miraban con la boca abierta, más bien, los picos abiertos, el barco movido por las corrientes se alejaba cada vez más de ellos. Dodo miró a su alrededor y vio que todos sus amigos estaban en el agua, si nadie estaba abordo sería imposible regresar al barco, la única solución sería llegar a la isla.
Todo el grupo de amigos se puso a nadar siguiendo a Dodo en dirección a la isla y al llegar allí...


La cosa va estupendamente, ¿no?
Ahora es el turno de Cuentos del bosque. ¡Todo tuyo!
Un abrazote a todos.

¿Me votáis?

            Hoy tengo una noticia genial que contaros. Ya os había dicho que participé en el concurso “Apadrina un libro” del blog Aventarte. Lo hice con una reseña de Cuando Matilda se haga mayor, la de La Mennulara y ¿adivináis? ¡He sido seleccionada como finalista! Me ha hecho mucha ilusión y por eso escribo hoy para deciros que si mi reseña os gusta podéis votarme dejando un comentario en la entrada de los finalistas.
            ¿Qué decís? ¿Me ayudáis a ganar un libro con muy buena pinta y un marcapáginas precioso?
            Os dejo el enlace para votar aquí.
            Gracias J

Como sabéis que me gustan los variaditos voy a aprovechar para agradecer a Marta de Un bebé en la mochila que me haya regalado un premio. ¡Gracias Marta! Os aconsejo que paséis por su blog, es super entretenido y relajante y tienen una casa rural en Huesca de lo más apetecible. Yo ya estoy ahorrando para caer por allí en cuanto pueda ;)
No voy a pasar este premio porque si me pongo a escribir tooooodos los blogs que me inspiran no acabaríamos nunca. De verdad, todos los que visito son importantes para mí y me encanta ver todas las mañanas los que han actualizado. Como siempre os digo, entre los visitas a otros blogs y las que me hacéis vosotros a mí estoy aprendiendo muchísimo y viviendo experiencias estupendas.


Para terminar y teniendo en cuenta que estamos en Carnaval os dejo aquí un pasodoble de una gran chirigota de Cádiz que habla de los libros. A mí me ha gustado mucho así que espero que vosotros también la disfrutéis.





Y nada más, como siempre, gracias por la compañía y un abrazo muy grande para todos.

miércoles, 2 de marzo de 2011

Mar-Marti el conejo. Horacio Elena.


El otro día estuve revolviendo el trastero de mis padres y aproveché para llevarme algunas cosas que tenía allí, entre ellas, una caja con libros de cuando era pequeña.
Me encanta encontrar cajas de estas, siempre te encuentras alguna sorpresa.
El libro que traigo hoy no lo fue, yo sabía perfectamente que estaba ahí guardado y tenía muchas ganas de sacarlo porque lo leí y releí mil veces hasta que lo guardamos. Me encantaba esta historia y hoy me sigue pareciendo estupenda.
En una granje pequeña, cerquita de Barcelona vive una familia de conejos. La madre, Lu-Luise, el padre, Pep-Pepón y todos sus hijos, ¡nada menos que doce!


El granjero los cuida y le encanta tenerlos como inquilinos, todos le gustan, pero hay uno que es su favorito, Mar-Marti, el más pequeño de todos. Es un conejito tierno y gracioso y además, tiene algo especial, Mar-Marti tiene los ojos verdes, tal vez, de comer mucha lechuga.
Un día, nuestro granjero se encuentra al pequeño conejo llorando muy triste y se preocupa tremendamente, ¿qué le pasará? Realmente, el conejito tiene un problema pero por suerte, su amigo el granjero tiene una idea para solucionarlo.
¿Por qué me gustaba tanto este libro? Recuerdo que entonces lo que contaban me parecía chulísimo, el problema de Mar-Marti y su solución. Pero es que además, me caían fenomenal los personajes de la historia y me encantaba que todos fueran buenos.
Hoy, os diré que no solo eso me gusta, también me parece un libro muy tierno y original que tiene unos dibujos muy bonitos.


Es un libro para primeros lectores, se lee con mucha facilidad porque el lenguaje es sencillo y conciso y el ritmo es ágil. Además es simpático y muy, muy agradable y nos enseña lo importante que es valorar las cosas sencillas que damos por hecho.
Sé que esta no es una reseña my larga, seguramente ya no encontremos a Mar-Marti en ninguna librería y hace muchos años que llegó a mis manos en forma de regalo pero si una niña lee el mismo libro hasta sabérselo de memoria y lo guarda como oro en paño hasta el punto de que se reencontrará con él más de 20 años después…
Creo que se merece estar aquí y por eso os lo enseño. Es un trocito de lo que después fue Matilda.

martes, 1 de marzo de 2011

¡Cuento, cuento, cuento!

          Géminis también ha sido muy rápida y ya tenemos otro poquito del cuento, ¡cada vez se pone más interesante!


Dodo y  los demás quedaron un par de minutos  paralizados y con los ojos desorbitados al ver aquella criatura correr por todo el barco sin dirección alguna,  apenas podían articular palabras de la impresión,  con algo de dificultad y trastabillando un poco, Dodo logro hacer una pregunta ¿peperoo quee es eeso? A lo que respondieron ¡no sabemos!  Dodo logro reaccionar y dijo – hay que atraparlo no puede escapar, todos comenzaron a correr tras de él,  pero la inteligente criaturita parecía más inteligente que todos y lograba escurrirse por cualquier rincón a pesar de sus diminutas piernas que  más bien parecían llevar un resorte cada que saltaban, sus enormes ojos verdes brillaban tanto que parecían un enormes focos luminosos.
Ese día el barco se volvió un caos todos corrían y chocaban entre sí creyendo  haber atrapado a la criatura extraña,  mas de una vez exclamaron ¡lo tengo! Cuando en realidad se estaban atrapando a sí mismos, de pronto se encontraron reunidos en la cubierta principal del barco ya estaban algo cansados de tanto ajetreo a punto de rendirse cuando Dodo dijo ¡ahí esta!,  y si, ahí estaba, en un rincón, alzando su enorme pescuezo para observarlos, no podían creerlo nunca habían visto un pescuezo tan largo,  y de pronto se lanzaron todos sobre él, solamente lo vieron una vez más brincar sobre sus cabezas a punto de lanzarse al mar, y todos gritaron ¡nooooooo!  demasiado tarde, la desenfadada criatura se lanzo tarareando una canción.
Las miradas de Dodo y sus compañeros se cruzaron sin saber qué hacer, pero al mismo tiempo pensando lo mismo, solo Dodo se atrevió a preguntar ¿saltamos?......
¿No estáis deseando saber qué harán?
Blanca, te toca coger el testigo.
Un abrazo a todos.