lunes, 31 de octubre de 2011

¡Brujas! Carmen Gil, Marina Seoane.


         Hoy es la noche de los difuntos y dice la leyenda que las puertas que separan el reino de los vivos y el de los muertos se abren y unos y otros pueden cruzarlas. Como es natural, es en aquel lado donde más ganas tienen de ir de excursión y las brujas, entre otros, aprovechan el día para salir a divertirse.
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        Yo, este año, después de hablar de libros con vampiros y momias quiero enseñaros dos libros de brujas así que, vamos con el primero.


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          ¡Brujas! Escrito por Carmen Gil e ilustrado por Marina Seoane es uno de esos libros que, una vez que llegan a tus manos no puedes soltar hasta que lo terminas, ¿por qué? Porque, seguramente hay muchas historias de brujas por ahí circulando pero pocas tan divertidas como las que se cuentan aquí. Muchas gracias a la editorial Edimater por permitirme disfrutar de este álbum ilustrado, realmente me ha gustado muchísimo.
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         No estamos ante una historia larga que haya que seguir, no señor, Carmen Gil nos habla de estas mujeres, a aveces amadas, a veces temidas, con poesías muy pegadizas, divertidas y llenas de humor. Por poner un ejemplo, asistiremos a la pasarela Brujeles, nos dará consejos para se bruja terrible, conoceremos al gato de la bruja Alegra o nos toparemos con una voladora en escoba novata. ¿Qué os parece? Pero estas son solo algunos de los poemitas que podemos encontrar en el libro, que tiene muchos más y todos igual de divertidos e instructivos porque, al fin y al cabo, es muy importante saber hacer pociones brujescas o quiénes son las brujas Agripina, Blanca, Carlota...



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       Todo esto, rodeado, como estáis viendo, de unas ilustraciones maravillosas, llenas de colores y evocadoras que son las que Marina Seoane ha realizado para completar este álbum que, se mire por donde se mire, no tiene desperdicio.

        No sé si os lo he dicho alguna vez pero no soy una apasionada de la poesía (ni infantil, ni de adultos), con cierta vergüenza debo reconocer que me resulta difícil quedarme atrapada en libros de poemas, sin embargo, en este caso, no solo estaba deseando leer el libro completo sino que, de verdad, no pude dejarlo hasta haber leído entero. Os diré más, ¡hasta me he aprendido algunos de estos versos para recitarlos a los peques que tengo cerca!  





 
Hoy, que la tele va a estar llena de películas de miedo, yo os ofrezco una alternativa diferente que dará mucho juego a la hora de leer el libro con los niños. Es una manera divertida de acercarles la poesía y una visión amable y simpática de las brujas porque, yo no creo en ellas, pero haberlas, hailas y para muestra, os dejo con mi preferida, la bruja Margarita.

A la bruja Margarita
le han comprado una varita.
Como no lleva instrucciones,
¡se da tantos sofocones...!
No hace un hechizo derecho.
Para sacarle provecho,
la usa de noche y de día,
y lo que hechiza, lo lía.
A un príncipe una mañana
quiso convertir en rana.
Aunque lo hizo despacito,
¡lo convirtió en huevo frito!
      







Transformó al hada madrina,
en vez de en una pingüina,
a la cuarta o a la quinta,
en calamar en su tinta.
A una dama de la corte,
por mandarla al Polo Norte,
la trasladó, de repente,
justo al castillo de enfrente.
A un caballero, el caballo
quiso, a mediados de mayo,
teñírselo de violeta,
y ahora lucha en bicicleta.
Margarita, como ves,
todo lo encanta al revés.
Hechizando lo que toca,
¡esta bruja se equivoca!”. l

viernes, 28 de octubre de 2011

Distrito P.A.V.O.R. Tommy Donbavand.

        Ya habéis visto que el blog se ha disfrazado de Halloween, y Matilda y Byron también. Lo hemos pasado bien buscando los disfraces. El blog repite el del año pasado porque nos encanta y Byron ha dado mucha lata porque según él todo le quedaba mal ;)

        Y como ya estamos disfrazados, vamos a hablar de libros terroríficos con los que pasar este puente tan naranja y negro.

       Hoy traigo unos libros que me han encantado. Muchas gracias a la editorial Edelvives por enviármelos y hacerme pasar un rato tan agradable.



          Luke es un chico de diez años amable y cariñoso que no debería tener más problemas que los propios de su edad. Pero no, el tiene un problema bastante importante que va a hacer que su familia tenga que abandonar su hogar. Cuando se enfada se convierte en hombre lobo.

         La segunda vez que esto ocurre los hombres de la mudanza, unos señores sin cara y muy poco simpáticos, irrumpen en su casa y se llevan a Luke y a sus padres a Distrito P.A.V.O.R. (Programa de Alojamiento y Vigilancia de Organismos Raros) donde viven otros monstruos como él.

         Al chico no le cuesta mucho hacerse a la idea del cambio y enseguida se siente a gusto en su nuevo hogar y con sus nuevos amigos, el vampiro, R.H. Negativo y la momia Cleo. Pero sus padres no pertenecen a ese mundo y están realmente aterrados viendo lo que les rodea.



         Por este motivo, Luke decide que debe conseguir que vuelvan a casa y ahí empezarán sus nuevas aventuras porque volver al mundo que el conocía no es tan fácil. Debe abrir un portal entre los dos mundos y eso solo podrá hacerlo si reúne las seis reliquias de los fundadores de Distrito P.A.V.O.R.

        Ya se han publicado los tres primeros títulos de la colección en los que Luke y sus amigos deberán encontrar las tres primeras reliquias. ¿Qué queréis que os diga? Yo estoy deseando que salgan los otros tres para seguir leyendo.

        ¿Por qué me han gustado estos libros? Es cierto que hay un montón de colecciones y de libros que hablan de monstruos, unos son un tostón tremendo y otros son muy divertidos, esta colección está en el segundo grupo. Es divertida, amena y muy ágil. Los personajes son entrañables, a pesar de su condición de “organismos raros” y a Luke siempre le mueve un sentimiento bueno, sacar a sus padres de un lugar que, aunque a él le gusta, a ellos les está haciendo daño. Por esto y porque tenemos un malo malísimo que no hace más que inventar maneras de hacerle daño a los vecinos de Distrito P.A.V.O.R, las aventuras de este pequeño hombre lobo, este aprendiz de vampiro y esta momia despistada, nos parecen necesarias.

         Lo mejor es que, a pesar de lo terrorífico del lugar, el humor campa a sus anchas por estas páginas y tanto los personajes como las situaciones son siempre simpáticas y nada dramáticas. Las conversaciones son ocurrentes y con chispa y el ritmo del libro impide que se nos haga pesado o aburrido.



         Edelvives lo cataloga a partir de 8 años y me parece buena edad. Son libros muy manejables y llenos de dibujos, lo que los hace aún más atractivos.
          
         No sé qué tendréis pensado para estos días pero a mí me parece que dar juntos, peque y adultos, un paseíto por este pueblo tan oscuro y divertido es un gran plan.

miércoles, 26 de octubre de 2011

¡Os presento a Matilda y a Byron!


        Esta tarde saldrán a la calle los primeros marcapáginas de Matilda, nuestra Matilda, la del blog, así que, he pensado que antes debería presentárosla.

        ¡Esta es mi querida muñequita! Os explico porqué es tan querida para mí. Matilda es un proyecto especial de mi hermano Rafa, diseñador gráfico que da sus primeros pasos en el mundo de la animación 3D, y le ha puesto mucha ilusión, cariño y sobre todo, muchas horas de trabajo a mi compañera de batalla en esto del fomento de la lectura.

       Sé que muchos pensaréis que no es muy bonita. Yo creo que es feilla pero encantadora y además, cuanto más la miro más me gusta. Además, creo que dice mucho de mi opinión sobre la literatura infantil y su fomento. Como dice Jaime, no todo van a ser princesas Disney, ¿no?

      Esta es su primera foto y debo reconocer que yo me quedé alucinada al ver lo complicado que hacer una foto de un muñeco en 3D, que si la luz, que si el vestido, que si la sombra de Byron...

       En fin, un lío, pero aquí está, saludándoos a todos y encantada de conoceros. En poco tiempo, en cuanto la web vea la luz, la veréis hablar y moverse, le sacaremos más fotos y la iréis conociendo más. De momento, esta es su primera imagen, así va a regalar esta tarde marcapáginas y yo quería presentárosla porque está un poco asustada ante su primera aparición y estoy segura de que con vuestro apoyo le será todo mucho más fácil.



      Os dejo también su presentación en la web para que sepáis más sobre ella.

        Supongo que Matilda es parecida a lo que yo sería (o quisiera ser) si me convirtiera en dibujito animado.

        Se llama así en homenaje a Roald Dahl. Autor de Charlie y la fábrica de chocolate, El gran gigante bonachón o Cuentos en verso para niños perversos, uno de mis escritores de literatura infantil y juvenil favoritos. Me pareció bonito y significativo pedirle prestado el nombre de uno de sus personajes para una web de fomento de la lectura. Pocos se preocuparon tanto como Roald Dahl por que los niños leyeran.

        Matilda es un poco tímida y miedosa y enseguida se pone colorada, como yo, pero cuando hace falta sabe darse ánimos y enfrentar la situación. Es simpática, muy agradable y muy tranquila, se enfada poco y cuando lo hace, el mal humor no le dura mucho, ¡considera agotador estar enfadado si no es por algo muy importante!

        Y es patosilla, las manualidades no son su fuerte y se le caen las cosas con frecuencia, sobre todo porque siempre intenta coger más cosas de las que puede.

        Vive en una seta que me dibujó hace años mi hermana con unas ceras que le regalé por su cumpleaños y su hogar es como los de los cuentos, claro, con flores en las ventanas, enredaderas en el tejado y muy acogedora. Tiene ratones pero a ella no le importa, son amigos y se portan bien.

        Tiene libros por todas partes porque le encanta leer en cualquier lado, en el sofá, en el suelo, en la cama, en un sillón, en la mesa de la cocina, en el baño...
Toma mucho té y tiene una tetera de esas que silban y tazas preciosas. También toma limonada y no entiende los desayunos sin colacao. Le encantan los helados y las galletas.

        ¡Ah! Y a Matilda también le gustan las noches mágicas, los murciélagos, las casas de brujas (con brujas, claro), los fantasmas, los búhos y la luna grande.

       Es una apasionada de las plantas en general y de los árboles en particular. Su mejor momento, leyendo con una taza de algo en algún lugar donde se vean las hojas de un árbol.

       Se pone las gafas para leer en el ordenador y aunque aún no sabe mucho de las nuevas tecnologías, está loca por aprender nuevas maneras de leer.

       También le gustan los animales y es muy amiga de Byron, que participa en la web porque es la “pata inocente” en los concursos. Él elige el papelito ganador y lo hace muy bien.

        Es una muñequita casera en general pero da saltos de alegría si va a merendar con sus amigos.

       Además, Matilda puede entrar en los cuentos, no los suele cambiar, los cuentos están bien así y no participa en ellos (salvo en casos muy concretos). Es amiga de sus personajes y se preocupa por saber cómo están o tomar té con ellos. Le gustan los buenos y los malos porque todos tienen algo que decir en cada cuento.

       A Matilda le encanta viajar, por eso es estupendo que pueda entrar en los cuentos, se planta en un bosque alemán o en un castillo irlandés en un momentito. Ella sabe lo buenos que son los libros para conocer otros lugares.

       Con respecto a la lectura. Lee de todo y le gusta hacer crítica de los libros, lo bueno, lo malo, lo regular… ¿por qué este da miedo o aquel es aburrido? A veces lee con un lápiz para subrayar y anotar cosas, ¡ah! Y lo primero que hace cuando adquiere un libro es ponerle el nombre, el lugar y la fecha.

       Le encanta que los libros le hagan reír y no entiende porqué no están tooooodos ilustrados.
También le llaman mucho la atención los botones, todos, da igual el tamaño o el color y por supuesto, colecciona marcapáginas, se lleva alguno de cada lugar que visita. Sus preferidos son, el de El País de Nunca Jamás y los que hace mi madre, de encaje de bolillos.

       Nada más, dentro de un rato disfrazaremos al blog de Halloween y mañana empezaremos con las recomendaciones para estos días.


       Como siempre, muchas gracias por la compañía y un abrazo a todos.

martes, 25 de octubre de 2011

Humildes consejos y cavilaciones de una lectora voraz.


  1. Las lecturas obligatorias del cole son aburridas.

        Esta es una de las frases que más oímos con respecto a la lectura en los más pequeños. Los colegios siempre mandan lecturas obligatorias y los niños (y los padres) siempre dicen que estas son muy aburridas. ¡Hablemos de ello!

       Y yo, desde mi humilde posición de lectora voraz quiero romper una lanza a favor de los profesores, de las lecturas, de los niños... porque creo que es un problema en el que todos deberíamos hacer un esfuercito.

       ¿Es cierto que son aburridas estas lecturas obligatorias? Sí, en muchos casos son aburridas y poco atractivas para los más pequeños pero, en muchos otros, ni siquiera se les da una oportunidad. Es fácil para un padre decir “es que a mi niño le mandan unos libros aburridísimos” y muy difícil sentarse a leer con el niño ese libro, como hacía mi madre con nosotros, que se sabía perfectamente por dónde íbamos cada uno y qué estaba pasando en el libro. Resultado, el niño no se lee el libro y ni él, ni sus padres tienen ni idea de sí es realmente aburrido o no.


       ¿Por qué tenemos esa idea? Yo creo que por varias razones. La primera de ellas es que los profesores suelen recomendar libros de colecciones que no tienen ningún atractivo visual. Aquí, supongo que habría que tirar de las orejas a las editoriales porque, estas colecciones por edades que, a menudo están llenas de títulos interesantes, no deberían tener un aspecto aburrido (cuidado, algunas son muy chulas). Lo siento, hasta para el lector más experimentado, las cubiertas pesan (aunque luego sepa filtrar la información), ¿cuánto más para un niño que está dando sus primeros pasos?
       Estas colecciones suelen tener un precio asequible y en muchos casos, eso también es un motivo, no todo el mundo puede o quiere permitirse gastarse en libros lo que cuestan las preciosas novedades o los libros de moda y los profesores deben tener cuidado con eso mucho más a menudo de lo que creemos. Tal vez saben que hay un libro maravillosos que les encantaría a los niños pero es caro y no se atreven a mandarlo.

         Por otro lado, es cierto que en muchísimas ocasiones, los libros en cuestión no hay por dónde cogerlos (tirón de orejas para algunos profesores). La cubierta es aburrida y el texto soporífero, ¿por qué lo han mandado como lectura obligatoria? Porque el profesor no ha buscado bien qué libro mandar (y uso este verbo porque no son recomendaciones, son lecturas obligatorias) no ha investigado, no ha pedido consejo y se ha limitado a mirar algunos resúmenes y poco más. Esto se da, (ojo, no siempre) y en este sentido los profesores deberían implicarse un poco más pero, ¿sabemos realmente de cuánto tiempo dispone un profesor para preparar este tipo de cosas? Normalmente poco, además, si no son lectores, no pueden saber mucho sobre lo que hay en el mercado e incluso, aunque lo sean, los adultos no queremos pasarnos la vida leyendo libros de niños. No es excusa, hoy en día internet y los blogs pueden darles muchísimas opciones pero, tengamos en cuenta que un profesor suele estar bastante saturado de trabajo y, en general, no se le da mucha importancia a las lecturas obligatorias. Este sí es un gran error, pero ahí participamos todos, padres, alumnos, profesores, librerías... ¡es una estupenda puerta para que los niños amen la lectura y la estamos desperdiciando!


       Por tanto, sí, los profesores se deberían implicar más, pero habría que ayudarles un poco entre todos, ¿para qué van a pasar horas buscando libros entretenidos si luego los padres y los niños los ningunean?

       Os diré que hace poco, un amigo mío, profesor de instituto, me pidió consejo para buscar las lecturas obligatorias así que, ya veis que muchos sí se interesan.

        Por otro lado, le pese a quien le pese, los clásicos hay que conocerlos. Cierto, es absurdo pretender que un chaval se lea La celestina o El Quijote con una entrega total pero tienen que saber qué son y porqué son importantes en nuestra literatura.
Sé que hay muchísimos profesores que trabajarían este tipo de libros de maneras muy distintas a las normales pero el programa escolar suele estar apretado y no siempre se puede.
De todos modos, a pesar de que se repite la cantaleta muy a menudo, estas son lecturas obligatorias en años muy concretos y a veces, ni siquiera hay que leerlas enteras, ¡se mandan muchas más lecturas a lo largo de la vida escolar del niño! Vamos a dejar de usar como excusa al pobre don Quijote que además, bien enfocado, nos puede hacer pasar muy buenos ratos.

        Total, que sí podemos hablar de un desconocimiento por parte de los profesores en cuanto al mundo de la literatura infantil y juvenil (os prometo que hay muchos libros interesantes además de Campo de fresas para estas edades) y de falta de interés en muchos casos pero, y lo siento si alguien se ofende, no es este colectivo el que mayor responsabilidad tiene en cuanto al fomento de la lectura y no se les pueden pedir milagros. Los libros, leer y pasar páginas, son cosas que se aprenden a amar en casa, con la familia y desde que nacemos. Una buena lectura obligatoria es un plus añadido pero los libros más bonitos siempre los traen los Reyes Magos o nos los regala papá o mamá un día que le acompañamos a la librería.





 
       No nos engañemos, sería muy interesante que profesores y editoriales trabajaran más algunos aspectos pero son los padres los que tienen que hacer un mayor esfuerzo. La lectura obligatoria de un niño de 6 años hay que leerla con él, ayudarle a desatascarse en cada palabra y tratar de hacerla entrañable. No recuerdo que El muñeco de don Bepo fuera uno de mis libros favoritos, pero sí que mi madre lo leyó conmigo y que cuando lo acabé, me dio otro muy divertido con el que disfrutamos aún más.

       Y vamos a darles una oportunidad a esos libros que a simple vista parecen un rollo, muchos no lo son, son realmente bonitos.

       Mi humilde consejo en este caso es que todos hagamos un poquito más de fuerza y no nos lancemos la pelota unos a otros. Cuando un niño descubre lo maravilloso de la lectura le hemos hecho un regalo para toda la vida, ¿no os parece importante?



jueves, 20 de octubre de 2011

Taller: ¡¡Encuadernamos nuestro propio libro de recetas!!

        Pues sí, La Cocinita de Chamberí, una tienda maravillosa de comida ecológica para los más pequeños y llena de cosas bonitas, está continuamente haciendo talleres interesantes. Esta vez, ha contado conmigo para uno de ellos.

         Paloma, la dueña de La Cocinita, es una persona estupenda y llena de ilusión y todo lo que prepara es divertido. Los que hayáis ido a alguno de sus talleres sabréis que tanto niños como adultos aprenden allí y descubren cosas nuevas. Esta vez, juntaremos su ilusión y sus ganas con las mías así que yo creo que podemos pasarlo muy bien y echar una mañana muy buena tras la que nos iremos a casa con nuestro libro de cocina debajo del brazo. ¿Qué os parece?

        Os dejo la información para que todos los que estéis por Madrid ese fin de semana os podáis apuntar ;)

       “Hoy os proponemos de nuevo una actividad muy especial, muy entretenida y muy enriquecedora, porque se trata de que paséis un rato en familia cocinando, padres e hijos, y que después vengáis a compartir vuestras recetas con otras familias y editemos entre todos un libro de cocina.

         Esta vez, es una nueva edición con recetas de otoño - invierno

         Participar es muy sencillo, sólo tenéis que recoger en la tienda (o pedir que os mandemos por e-mail) unas cuartillas para rellenar con vuestra receta favorita y añadir alguna foto y un dibujo.
Nos las traéis antes del 8 de noviembre, para que podamos preparar todo el material, y el sábado 12 de noviembre, a las 11:30, nos juntamos en la cocina para compartir y encuadernar todas las recetas, decorar las tapas y crear un precioso libro de recetas, hecho entre todos, para llevarnos a casa.

          El precio del taller completo es de 20 euros, material incluido.
          Más información: info@lacocinita.es - 91 591 30 86”.



miércoles, 19 de octubre de 2011

Con la cabeza en otra parte. André Bouchard, Quentin Blake.

         Hoy traigo un libro que estaba deseando enseñaros. Es una recomendación especial de Pilar Pérez, dueña de El dragón lector, esa estupenda librería infantil que hay en Madrid, de la que ya os he hablado y que a mí tanto me gusta.

         El caso es que yo iba buscando otro libro, concretamente Doña Eremita sobre ruedas pero en ese momento no estaba así que Pilar me animó a llevarme este y desde luego, acertó.




      Cuando una ve un libro ilustrado por Quentin Blake sabe que se lo pasará bien leyéndolo, ¿por qué? No solo porque en sus dibujos el humor campa a sus anchas sino porque, además, siempre colabora con escritores estupendos que escriben cosas divertidas y disparatadas. Tándem de artistas, podríamos decir.

       Este caso no es diferente, desde la primera página hasta la última la sonrisa estará presente en nuestra carita y se alternará con expresiones de sorpresa y risas. Por lo menos, eso pasó en mi caso, el de Jaime, mi abuela y mis tías. El libro pasó de mano en mano y todos pasamos un rato estupendo con él. Os imaginaréis que yo lo he releído y remirado un millón de veces más.

        Papá había perdido la cabeza. Estaba claro: no tenía nada encima de los hombros”.




       ¿Os lo imagináis? El pobre papá va chocándose y rompiendo cosas por toda la casa, tanto, que hay que pedirle que se quede sentado. Todos buscan su cabeza como locos, en los lugares lógicos, en los ilógicos e incluso en los que sería imposible que estuviera pero nada, la cabeza de papá no aparece.

         “Mamá lloraba pensando en lo que dirían: “¡Mira que mujer tan negligente que no sabe ni donde está la cabeza de su propio marido! ¿Qué pasará con los calcetines de sus hijos?””

        Así que, para evitar males mayores, los chicos de la familia deciden fabricarle una cabeza a papá. Así, todo resulta mucho más fácil y oye, no está tan mal eso de que papá haya perdido la cabeza...

        Teniendo en cuenta que la situación, ya de por sí, es bastante chocante resulta fácil imaginar cómo serán las cosas que irán pasando a lo largo de libro, con la cabeza nueva de papá y la situación a la que toda la familia se enfrenta. Desde luego, no nos aburriremos conociendo las peripecias de todos.


      Este álbum ilustrado es uno de esos con los que, los mayores sonreímos y lo pasamos bien y los niños se carcajean repitiendo su lectura una y otra vez. Si encima lo leemos todos juntos, mayores y niños, la experiencia será de lo más gratificante.

      Yo hice la prueba en casa de mi abuela, a los mayores nos gustó pero cuando lo leímos con mis primillos, ¡lo pasamos pipa!
 

lunes, 17 de octubre de 2011

Tango, el perro pastor. Conchita Bayonas.

       Una de la mejores cosas de mi trabajo en Matilda Libros es que tengo la oportunidad de conocer gente estupenda que, como yo, se preocupa por la lectura de los más pequeños.
Una de esas personas es Conchita Bayonas, profesora, ya retirada, que dejó su trabajo en un banco para dedicarse a la enseñanza, a leer y a escribir, sus grandes pasiones.

       Tuve la suerte de que Conchita quiso que leyera su libro, un honor para mí y sobre todo, una alegría, porque yo le había echado el ojo vía facebook. Ya sabéis cómo me gustan los perros y, por alguna razón, este me recordaba a los que leía con mi madre cuando era pequeña.

       El libro llegó en uno de esos paquetes que tanto me gusta recibir y en cuanto pude lo leí, debo reconocer que a la velocidad del rayo.


 
      Adrián vive con su familia en el Valle del Roncal, en plena montaña, cerca del pueblo de Burgui, pero algo aislado. Su vida debería ser como la de cualquier otro niño de su edad, jugar, ir al colegio... pero no lo es. Con mucha frecuencia tiene que ayudar a su padre en el monte con las ovejas y por este motivo pierde muchas clases y no tiene muchos amigos. Es un niño muy bueno y generoso y quiere con locura a sus perros. Cuando empieza la novela Duna, la perra pastora de la familia acaba de tener 8 preciosos cachorretes y Adrián se muere por poder quedarse con uno. Tras mucho insistir su padre cede y el chico se siente encantado. Tango, su perrito, será un pastor estupendo y subirá con ellos a los pastos todos los días.

      Pero si hubiera sido así de fácil no tendríamos historia que leer, ¿no? Efectivamente, el pobre Tango tiene un problema, es alérgico a la lana de las ovejas, ¡ya os podéis imaginar qué desastre! El padre de Adrián no quiere saber nada de un perro que no puede pastorear y el niño tiene que encontrar una solución al problema. La que se le ocurre es muy buena. Su vecino y mejor amigo, Luis, es un niño de su edad que vive en Pamplona y que tiene un problema de visión importante, ¿no sería Tango un buen compañero para él? La verdad es que sí y así lo acuerdan ambas familias. A Adrián le da mucha pena separarse de su compañero peludo pero sabe que es lo mejor. Lo que no sabe es que los tres juntos van a pasar un verano realmente divertido y emocionante.

     Como veis, este es un libro de esos que emana sencillez por todas partes. Viajamos al Valle del Roncal, un lugar precioso, a aprender cosas sobre sus gentes y sus pastores y vamos a vivir un montón de aventuras de las de toda la vida con dos niños y un perro. ¿No os gusta la idea? A mí me encanta.

      En un momento en que la literatura infantil tiene tanto que ofrecer y de tantos tamaños y colores, los libros de aventuras como este son un tesoro. Es cierto que la fantasía, lo lugares mágicos, los dragones, etc., fascinan a los niños (y a mí también, lo reconozco) y que, casi siempre, vienen equipados de cubiertas espectaculares, maracapáginas y pegatinas. Todo eso está muy bien, pero entre tanto mago se pierden muchas veces historias mucho más cercanas con las que los niños también se van a sentir muy identificados y con las que van a disfrutar de una manera diferente.

       Yo, hoy, quiero romper una lanza a favor de esas historias, vamos a demostrarles a los más pequeños que no solo los ratoncitos que hablan son divertidos, que las vidas de otros niños, en otros lugares, también lo son y más si nos las saben contar bien, como en este caso.

       Los niños, como nosotros, tienen sus gustos y sus preferencias pero es importante que conozcan toda la paleta de colores para que puedan elegir.
En Tango, el perro pastor, encontramos un libro fácil de leer, bien escrito, con un lenguaje sencillo y muchos diálogos para hacerlo más ágil. Un puñado de historias y aventuras trepidantes, un montón de costumbres, algunas ya perdidas, otras no, muy interesantes, ternura y vida real. Lo que les pasa a Adrián y a Luis le podría pasar a cualquier niño y eso tiene mucho encanto.


      Como veis, a mí me ha gustado mucho, desde luego, me ha recordado a los que leía con mi madre (ella siempre ha sabido elegir muy bien los libros para mí) y me ha devuelto a mis 7 años, en los que cada página leída era un logro tremendo.

       Sé que, al llegar a las librerías, la oferta que encontramos es tan inmensa que las colecciones por edades acaban quedando escondidas, sobre todo algunas de ellas que tienen una pinta de lectura obligatoria del cole que tiran de espaldas (algo que creo que habría que replantear, tanto las lecturas obligatorias como las cubiertas de estas colecciones), pero entre esas colecciones encontramos joyitas como esta.

       Si os apetece leer una historia de las de siempre y acompañar a dos chicos y un perro a pasar un verano estupendo, no podéis dejar de leerlo.



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