Bueno, pues ha llegado el momento de
contaros qué es eso que he comentado estos días en facebook. Os
dije que tendríamos una semana especial, con sorpresas y todo. Hoy
vamos a dar el primer pasito.
¡Tachán, tachán! Bienvenidos a la
semana especial de Raquel Díaz Reguera!
¿Y quién es Raquel Díaz Reguera?
Bueno, estoy segura de que la mayoría ya lo sabéis, es una de esas
escritoras de cuentos que con cada letra consiguen llevarte lejos,
que, además, le pone dibujitos a las historias y las viste de
colores.
Ha escrito canciones y ha ilustrado
cuentos de otros autores, ha diseñado preciosas cabeceras para blogs
fantásticos y ha hecho un sin fin de cosas más. Es, sobre todo, una
persona cercana, que transmite alegría y entusiasmo y que da la
sensación de atreverse con lo que le echen. Además, vive en Sevilla
y no pierde la ocasión de hacer un poco más bonita la vida de los
cuentos, de los niños y de mi Matilda querida un poco más bonita.
Por todo eso y porque el primer cuento suyo que llegó a mis manos alivió una tarde complicada he querido
que todos la conocierais, a ella y a su obra y que pudierais
disfrutar de unas historias y unos dibujos que siempre hacen sonreír.
Así pues, no nos entretenemos más.
Vamos a comenzar nuestra semana especial con un cuento que mí me
encanta y me hace reír.
Algo que aprender.
La
granja en la que viven la vaca Marcelina, el cerdito Paco, el burro
Faustino, la oveja Clara, la gallina Carmela con sus cinco pollitos y
el gallo Manuel es una granja cualquiera y en ella, todas las
mañanas, antes de que salga el son, el gallo Manuel avisa de la
llegada del nuevo día cantando alegremente.
Pero
una mañana, el pobre gallito se despierta afónico y no puede
cantar. Lo peor de esta situación, que tooodos en la granja se
quedan dormidos, lo mejor, que entre unos y otros conseguirán sacar
un lado positivo de lo que empezó siendo un contratiempo.
Todos
los cuentos de Raquel tienen algo especial, supongo que es porque
están llenos de ternura y porque todo lo que cuenta tiene un aire
divertido y simpático. Este no es una excepción.
Los
pobres gallos se quedan afónicos mucho más a menudo de lo que ellos
quisieran y siempre es interesante ver cómo se resuelven estos
problemas en las granjas. En nuestro cuento, por suerte, contamos con
una serie de animales comprometidos, solidarios y sobre todo, llenos
de inquietudes que al son de la frase “y como el saber no ocupa
lugar y todo lo que aprendas algún día te puede ayudar...” crecen
de manera independiente y como grupo y resuelven, no solo el problema
del gallito afónico, si no también algún otro que se les va a
plantear.
Debo
decir, para que entendáis bien mi entusiasmo, que a mí los cuentos
de animales me encantan, me recuerdan a los dibujos animados que veía
de pequeña y a los cuentos más divertidos de mi infancia, de ahí
que, cuando leí esta historia (que también me recuerda a una
canción de mis tiempos más macarrillas) no pude evitar revivir las
tardes de vacaciones con mis hermanos, los bocadillos de nocilla y
los bañadores con dibujos de pececitos. Supongo que, por eso, este
cuento me pareció fantástico, pensé, que a mí me había traído
de vuelta buenos momentos y que, a los niños que lo descubrieran
ahora, se los regalaría por primera vez. Porque, aunque a veces
parece que los álbumes ilustrados tienen los dibujos tan grande que
no caben las letras, en la mayoría de los casos es solo porque estas
son más tímidas y se esconden pero, en general, están ahí para
llenar colorear los dibujos de emociones o de aventuras, como en este
caso. La intriga por saber qué pasa y por ver cómo van a resolver
los protagonistas sus enormes problemas y la preocupación (yo, por
lo menos, me preocupé mucho) por los peligros que les acechan, hacen
de este cuento una lectura fácil, ágil y entretenida, acompañada y
complementada, claro está, por unas ilustraciones grandes en todos
los sentidos, llenos de luminosidad, alegría y mensajes.
Así
pues, hoy aprendemos algo con los animales de la granja, ¿y mañana?
Aún no lo sé, tal vez con un gato, lo que sí os puedo decir es que
habrá una sorpresa.
Espero
que os apetezca acompañarnos, ¡aún tenemos mucho que contaros!
14 comentarios:
A mí también me encanta los cuentos de animales, así que me apunto sin dudar tu recomendación de hoy. Y me tienes ya preparada para tu recomendación de mañana, que me parece que también me va a gustar.
Besotes!!!
Ya te lo dije Mariquilla!!!! Raquel es especial, tanto como tú.
Me va a encantar esta semana...
Muaccccccc
que idea más genial! que bonitos los cuentos!
A mí los cuentos de animalitos me siguen gustando y produciendo una gran ternura. Que no acabo de crecer, cachislamar!!
Besos,
Margari, yo creo que esta semana a la peque y a ti os va a encantar, estoy segura de que estos cuentos os harían pasar muy buenos ratos.
Un abrazo muy grande, guapa.
¡Gracias guapa! Me estoy acordando muchísimo de ti esta semana especial. ¡Estate atenta a las sorpresas! A David y a ti os van a encantar ;)
Un abrazo grandísimo.
¡Gracias Catafol! Creo que estos cuentos os pueden gustar mucho a las princesas y a ti :)
Un abrazo inmenso.
Jajaja, Carmen, yo creo que eso es muy bueno, así disfrutamos de ser mayores y de ser un poquito pequeños ;)
Un abrazo muy grande.
Siempre me han encantado los cuentos, supongo que porque me niego a hacerme mayor.
Besos
No conocía a la autora pero me encanta la historia de su libro y sobre todo, porque yo a esto le doy mucha importancia, me gustan sus ilustraciones. Me impacta su estilo y creo que tiene un ligero look collage, por el relieve de sus figuras, que me resulta irresistible. :)
Ya somos dos, Lu. Yo creo que es bueno que nos quede algo de niños ;)
Un abrazo.
Yo me enamoré de este libro en cuanto lo vi, Escalpelo, me encanta el mensaje, los dibujos, el texto, ¡todo! No me extraña que te haya encantado.
Un abrazo grande.
Raquel es genial
Totalmente de acuerdo, Plastilina :)
Un abrazote.
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