El cuarto rey. ¡Ya vienen los reyes!

Me vais a tener que perdonar este abandono totalmente desvergonzado que tengo estos días del mundo de la blogosfera pero es que, entre unas cosas y otras la Navidad está siendo un poco liosa y como ya habréis visto, yo me organizo fatal. Paso a veros todos los días, pero casi no me paro, os debo mil comentarios, prometo ponerme al día. Por cierto ¡Feliz Año Nuevo!

            ¡Pero es que esta noche vienen los Reyes Magos! Y no quería dejar de pasar por aquí para desearos una plácida noche con un despertar bonito y divertido J

            A mí me encanta el día de reyes, mis padres dicen que no crezco pero no lo puedo evitar. Y si ahora me gusta, no quiero ni imaginarme lo que será cuando tenga niños ¡no pegaré ojo en toda la noche!

            Para un día tan especial os traigo un libro que a mí me parece precioso. El cuarto Rey. De la editorial Edelvives:

"Érase una vez, tres reyes que partieron de un país lejano y siguieron a una estrella hasta llegar a un pueblecito que estaba al otro lado del desierto. Seguro que habéis oído hablar de ellos, se les conoce como los tres Sabios, los tres Magos, los tres Reyes y también pos sus nombres: Melchor, Gaspar y Baltasar. Traían con ellos oro, incienso y mirra, como regalos para un niño recién nacido. Hubo además otro rey que también emprendió un largo y difícil viaje. Y, a diferencia de los otros, llegó demasiado tarde y con las manos vacías. Yo fui ese rey...El rey Mazzel. Yo fui el Cuarto Rey"

                Qué intriga, ¿no? Pues sí, la leyenda cuenta que hubo un cuarto Rey Mago, despistado y simpático, con un corazón de oro, que tuvo algunos contratiempos en el viaje y no pudo llegar a tiempo al portal de Belén. Este libro, con unas ilustraciones ligeras y muy bonitas y un texto breve y fácil de entender para los más pequeños nos recuerda el verdadero significado de la Navidad y que los mejores regalos, no son los materiales sino los que se hacen con el corazón. Os invito a todos a que lo leáis y lo regaléis porque es muy tierno y muy divertido.

            Hay una leyenda más seria de esta misma historia, muy bonita pero más dura y más triste, os dejo el enlace por si os apetece conocerla.

http://www.mensajesdelalma.org/MESES/a_03/enero_03/cuartoreymago.htm

            Y como mañana tenemos el mejor desayuno del año (para mi hermana y para mí no hay otro mejor y lo esperamos como agua de mayo, jeje) os dejo otro cuento que me he encontrado sobre el roscón de reyes ¿vosotros sabéis otros?

Los tres Reyes de Oriente habían llegado de lejanos países y estaban arrodillados ante el Niño Jesús, el establo de las afueras de Belén. Acababan de ofrecerle preciosos regalos con el más grande amor y sentían en su corazón gran alegría.

Terminadas las ofrendas saludaron a María y a José y se retiraron no muy lejos de lugar, para acampar. Llevaban un gran séquito y preciosas tiendas que les permitían instalarse en cualquier parte.

La Virgen María, conmovida y emocionada por la generosidad de los tres Reyes, dijo a su esposo José: "¿Recuerdas que el día de nuestra boda hice un roscón que te gustó mucho? ¿Qué te parece si hiciera uno igual para obsequiar a los distinguidos monarcas que tan generosos han sido con nuestro Hijo?"

"Me parece bien, María, pero no tenemos ni siquiera harina, ni huevos, ni azúcar… ¿Cómo puedes hacerlo?"

"No te preocupes -contestó María-. Y miró llena de amor al Niño Jesús. Al poco rato llegó al establo un joven pastorcito que ofreció al Niño un talego de harina, una jarra de leche, una docena de huevos y un tarro de miel.

Cuando el pastorcito se retiró, después de adorar al Niño Jesús, la Virgen se dedicó a preparar el roscón.

Lo tenía terminado, dorado y crujiente, cuando José se acercó admirando el arte de María.

Contentos, porque podían agradecer a los Reyes su visita generosa, fueron José y María a llevárselo al campamento.

Los tres Reyes Magos recibieron con gran veneración a María y a su esposo y les dijeron:

"Queremos compartir con vosotros tan delicioso roscón".

Y sacando un pequeño cuchillito de oro, Melchor, el más anciano de los tres, empezó a partir el roscón. Pero, ¡qué sorpresa tuvieron! Del trozo partido se desprendió una pequeña haba que a María le había pasado desapercibida entre la blanca harina.

La Virgen se ruborizó, pero los tres Reyes celebraron con entusiasmo la aparición de tan inesperado objeto y dijeron:

"De aquí en adelante se servirá una vez al año en todos los hogares un roscón que llamaremos "de Reyes", para que todas las familias puedan regocijarse juntos al comerlo. Dentro llevará una sorpresa y aquél a quien le toque será proclamado "rey del hogar".

Por eso, desde entonces, en todos los hogares se come el roscón en familia, y también con los amigos, el día de Reyes.

Pues nada más, estoy segura de que habéis sido todos muy buenos y los reyes os van a dejar un montón de cosas en el zapato. No os olvidéis de ponerles polvorones y champán y por supuesto, el agua para los camellos.

            ¡Feliz noche y día de Reyes!