martes, 27 de septiembre de 2011

Humildes consejos y cavilaciones de una lectora voraz.

4. La lectura y las nuevas tecnologías.
                Se acabó el verano, llegó mi querido otoño y en el blog volvemos a hablar de cosas interesantes desde el humilde punto de vista de una servidora.
                Hoy traemos un tema complicado y controvertido del que todo el mundo opina y sobre el que no todo el mundo escucha. Los libros, la lectura y las nuevas tecnologías.
                Creo que el lector es, en general y por naturaleza, un romántico empedernido que no puede separar, nunca jamás, lo maravilloso de leer del formato en papel, que huele a buenos ratos, y de la acción de pasar páginas. Leer supone momentos agradables que llevan todo eso incluido y me parece natural que nos resulte difícil verlo de otra manera.
                Por eso entiendo perfectamente a toda esa gente que, cuando le hablas de libros electrónicos, arrugan la nariz y juran y perjuran que nunca, nunca, nunca usarán uno de esos. “Me gusta leer en papel” suelen decir.

               Yo soy de esas personas que procuran no decir de esta agua no beberé porque nunca se sabe por dónde nos va a llevar la vida pero, concretamente en el caso del que hoy hablamos, siempre supe que antes o después me animaría a leer en otros formatos.
                Y así es, yo tengo mi libro electrónico y mi cada vez más enorme biblioteca de libros en papel. Creo que ambas cosas se complementan, no voy a abandonar mis queridos ejemplares con el nombre y la fecha escritos en la primera página pero mi Nook, un regalo muy especial llegado directamente desde la Quinta Avenida, me sirve para estudiar, para leer todos los documentos y artículos que, en la pantalla del ordenador, me dan dolor de cabeza y para acumular libros que no me apasionan o solo me causan curiosidad (porque reconozcámoslo, los hay) y que ya no me caben en las estanterías de casa. No incluyo para ir de viaje también porque soy de esas locas que se llevan el libro electrónico y un par de ellos más “porsiacaso”.
                Por supuesto, tener o no tener (“esa es la cosa”) no deja de ser una preferencia y creo que, siendo adultos como somos, tan respetable es una opción como la otra.
                Ahora bien, cuando se habla de las nuevas tecnologías y la lectura de los más pequeños, bajo mi punto de vista, la cosa cambia.

               Nosotros, los mayores, nos hemos ido adaptando a todos estos cambios cuando ya teníamos muchas cosas asentadas.  Aprendimos a leer en papel y empezamos a usar el ordenador solo para escribir textos o trabajar. Los niños de hoy también aprenden a leer en papel, pero al mismo tiempo que juegan con un libro de cartón tienen a su disposición el Ipad de papi lleno de cuentos en los que ellos tienen mucho que decir.
                El otro día pensaba en lo que nos gustó a casi todos y nos sorprendió que en el Iphone las fotos se agrandaran al tocarlas. La hija de unos amigos míos tiene dos añitos y siempre que se acerca a un ordenador trata de manipular las fotos como lo haría con el teléfono de su padre.
                Ella crecerá y tomará conciencia del mundo con todo esto y quién sabe qué cantidad de cosas más totalmente instaladas en su día a día. ¿Cómo vamos a ignorar entonces las nuevas tecnologías en el ámbito de la lectura?

                No nos damos cuenta pero un niño lee muchísimas cosas en la pantalla de un ordenador y de este modo, sin ser consciente, aprende a leer en horizontal de forma natural y espontanea, ¿no vamos a valorar eso? En la vida de cualquier lector es importante saber leer de manera lineal y de manera horizontal, esto último, en papel, solo lo consiguen los grandes lectores.
                Ojo, no estoy dándole más importancia a la lectura en pantalla que en papel, debemos enseñar a los niños a amar los libros porque eso es un regalo pero sobre todo, debemos enseñarles a amar la lectura y hoy en día, no guste o no, todo ese mundo está cambiando.
                 Para las nuevas generaciones es cómodo y fácil leer las cosas en un ordenador, normalmente a la lectura la acompañan actividades, juegos... ¿alguien se ha asomado al nuevo portal Pottermore? Es un juego, sí, pero lleno de información interesante sobre el mundo de los magos y mientras aprendes a hacer hechizos y pociones lees y lees sobre personajes, aventuras, etc.
                Mi opinión es que lo mejor es aprovechar este hecho. Enfrentar ambos formatos no nos va a llevar más que a que uno venza sobre otro y por funcionalidad y diferencia de edad, nuestros queridos volúmenes se encuentran en una situación más débil y si estos se perdieran, con ellos se iría una parte muy importante de la magia de leer.
                Si en lugar de atacar uno para defender el otro aprovechamos el lado positivo de los dos, estamos fomentando la lectura con el doble de fuerza.
               Os animo a que conozcáis las múltiples posibilidades que ofrece la lectura en otros formatos, un libro electrónico no es el demonio que ha venido a llevarse nuestros ratos de sofá y mantita al calor de un libro, internet, bien usado es realmente una ventana al mundo de la que se puede aprender muchísimo y, hoy en día, hay un montón de jóvenes y no tan jóvenes emprendedores creando aplicaciones muy buenas y muy interesantes para que pequeños y grandes compartamos la lectura en formato digital.
                Os aseguro que adoro a todos y cada uno de mis cuentos y que guardar libros en mis estanterías es para mí un placer y una satisfacción, pero, leer me gusta tanto que si me enseñan nuevas formas de hacerlo no las pienso dejar pasar.
                Hasta aquí la humilde cavilación de hoy, espero que os parecido interesante.
                Un abrazo a todos.

domingo, 18 de septiembre de 2011

Semana de Roald Dahl. Quentin Blake.

             Terminamos esta semana tan especial y he querido hacerlo de una manera un poco distinta. Hemos hablado de Roald Dahl, de su vida, de su obra… y yo creo que en su obra hay algo muy característico y que si no estuviera la dejaría un poco coja. Los libros de Roald Dahl son geniales, se miren por dónde se miren pero gracias a las ilustraciones de Quentin Blake son aún más que geniales.
                No sé para vosotros pero para mí, los libros de este escritor tan, tan admirado no son lo mismo si no los ha ilustrado Quentin Blake. Él hace que estos textos sean aún más grandes, los complementa perfectamente porque sus dibujos tienen ese toque gamberro que caracteriza las historias de Dahl.

                  Su  colaboración con comenzó en 1975, cuando fueron presentados por su editor, Tom Maschler quien  recuerda que al principio hubo algunos problemas: Cuando le propuse a Roald Dahl las ilustraciones de Quentin Blake por primera vez, Roald objetó el trabajo de Quentin y dijo que prefería alguien más naturalista, por ejemplo un artista que no chocara con el texto. Quentin venció totalmente este obstáculo. Roald llegó a sentir que el trabajo de Quentin complementaba el suyo y que incluso era el intérprete ideal". Esto lo confirmó el mismo Roald Dahl: "Nadie puede alcanzarlo. Él tiene el mágico don de dibujar un personaje en una página exactamente como uno lo había imaginado" .
Dahl solo quiere trabajar con él y le obsequia con elogios como estos:
                “Pienso que coincidimos mucho. Tiene esa enorme agudeza y cuando dibuja siempre hace una afirmación sobre el personaje. Cuando dibuja una cara siempre dice algo sobre ella. Si es una persona mala la hace muy mala. Creo que es el mejor ilustrador de los libros infantiles que hay en el mundo en este momento.”

                Y es en los relatos de Dahl donde Blake demuestra una complicidad emocional, en la que con cuatro trazos sabe expresar ideas muy personales que nacen del autor conquistando la atención de los lectores. Así explica el ilustrador la exitosa relación con Roald Dahl: “(...) Se trataba de la unión de dos personas diferentes, pero a quienes les gustaba y unía lo que hacían, además de compartir el humor. Así era nuestro caso. Aunque tengo que decir que Dahl era más travieso que yo. Por ello llegué a dibujar cosas que nunca había imaginado.”


                Iba a contaros yo su biografía, pero he encontrado un artículo maravilloso en la revista Pinakes y me ha gustado tanto que he preferido enseñároslo.
                Conocer a Roald Dahl es conocer a Quentin Blake, pues es el ilustrador habitual de sus libros.

                Blake es de origen inglés. Nació en el condado de Kent en 1.932. Ahora es un señor mayor de unos 76 años pero sus dibujos se conservan tan frescos como si acabara de hacerlos. Aunque estudia literatura inglesa en Cambridge, es el dibujo y la ilustración lo que determina su trayectoria profesional, y es uno de los autores e ilustradores más conocidos y galardonados de la literatura infantil y juvenil.

                “No estudié arte sino literatura en la Universidad de Cambridge, así que encontré mi estilo, no lo aprendí. El aprendizaje vino más tarde cuando me inicié en el dibujo mismo y en su proceso.” - Comenta Blake.
                Ya desde pequeño comenzó su dedicación al dibujo     y mientras estudiaba colaboraba en publicaciones como Punch, revista británica de humor y sátira. Completó su formación en la Chelsea Art School y dirigió durante muchos años el Departamento de Ilustración del Royal College of Art de Londres. En 1.960 publica su primer libro ilustrado para niños A drink of water, de John Yeoman. Pero el primer libro que escribió e ilustro fue Patrick, publicado en 1.968.



                En realidad Blake lo que quería era ilustrar un álbum y como ninguna editorial apostaba por este tipo de publicaciones invento una historia en torno al arte, en la que cuando un violinista tocaba, las cosas cambiaban de color, y de este modo consiguió su propósito.
               
                Sin duda los ilustradores tienen un protagonismo fundamental en los cambios que se han producido en las publicaciones infantiles y en la estética y el lenguaje visual de las nuevas ediciones.
               
                Quentin Blake tiene otras muchas publicaciones en las que autor e ilustrador son uno: Mister Magnolia, con textos rimados; Todos a una;
Clown, una historia sin texto y de las más queridas por él; Este niño es un terremoto;
Cuéntame un cuadro o  Un barco en el cielo.
               
                Pero seguramente sus ilustraciones para otros escritores y la compenetración que ha tenido con sus textos, como con los del poeta Michael Rosen o con Roald Dahl, le descubren como un artista generoso y empático que goza con este tándem creativo:

                “... yo disfruto trabajando los textos y las ideas de otras personas tanto como con las mías.
Es como si me hubieran dado una entrada para visitar la imaginación de alguien, y uno nunca sabe bien qué va a encontrar allí.”

                Esta armonía se refleja en sus dibujos, tan naturales que parecen simples bocetos garabateados por el escritor tras terminar de escribir los textos.

                Veras en sus dibujos que su trazo es aparentemente sencillo, rápido y espontaneo, a pesar de que primero dibuja a lápiz y luego pasa a tinta. Sus formas son planas y los espacios solo son sugeridos. En pocas ocasiones utiliza el color, si acaso mancha de acuarela. Su ilustración no solo es directa y franca, sino cuidadosamente descuidada.


               Los personajes de Blake no son muy bellos, aunque si son muy tiernos, expresivos y con grandes toques de humor. Las ilustraciones no son muy grandes e importantes, pero si nos meten en la historia y nos dan ocasión de que nosotros la imaginemos. Las portadas no son cuadros, aunque siempre cuentan lo principal de la historia que ilustran.

                Sus dibujos son característicos e inconfundibles y nos desvelan la capacidad del ilustrador para poner en contacto al lector con los afectos y los entresijos de las palabras: es un maestro de la sugerencia.

                En la actualidad Quentin Blake tiene más de veinticinco libros publicados, ha ilustrado más de doscientas cincuenta publicaciones y ha sido galardonado entre otros, con el premio Hans Christian Andersen y con el Children´s Laureate, además de ser dos veces Premio Nacional de Literatura infantil junto a Dahl, o poseer la medalla Kate
Grenaway.

                En estos días trabaja en la elaboración de un libro sobre su obra. Su último dibujo es la felicitación navideña para la organización de ayuda a los pueblos indígenas Survival”.

                En fin, no soy muy amiga de copiar como las locas, pero me ha parecido que aquí nos contaban muy bien quién es este ilustrador y cuál es parte de su obra.

                Y hasta aquí la semana especial de Roald Dahl, espero que os haya gustado, yo he disfrutado mucho con ella J

                Evidentemente, aún hablaremos muchas veces de él y de Quentin Blake, esto no se acaba aquí, no señor…

                “Estoy convencido de que el mundo es un lugar mejor con  dibujos. Porque precisamente con ellos uno puede compartir su relación con el mundo y eso no deja de ser una manera de celebrar la vida.”
                                                                                                                      Quentin Blake.




sábado, 17 de septiembre de 2011

Semana de Roald Dahl. El Gran Gigante Bonachón.

                Vamos allá con el último libro de la semana especial de Roald Dahl. Y es que, aunque mañana seguiremos con ella, no recomendaremos ningún título.
                La reseña de hoy es sobre un libro para mí muy especial. Lo leí siendo muy pequeña y nunca me olvidé de él, es la típica historia que recuerdas, que sabes que te encantó, que te dejó huella, digamos, pero, evidentemente, no tienes ni idea del autor y el título lo recuerdas vagamente porque hace ya muchos años y no tenías edad para quedarte con esas cosas.
                Cuando empecé a trabajar en la librería retomé mis lecturas infantiles y comencé a releer a Roald Dahl, imaginaros mi sorpresa y mi alegría cuando entre los libros de la colección descubrí nada más y nada menos que, El Gran Gigante Bonachón, mi querido libro de la infancia. No tengo que decir que casi inmediatamente pasó a formar parte de los libros de mi biblioteca personal y que al volver a sumergirme en sus páginas entendí perfectamente porqué me había gustado tanto.

                Una noche como otra cualquiera Sofía, la protagonista de esta historia, da vueltas en su cama del orfanato sin poder dormir.
                No deben levantarse después de apagar la luz pero la luz de la luna es inquietantemente brillante y Sofía decide ir a cerrar la ventana, tal vez, fuera, estuviera siendo la hora mágica.
                Alguien le había susurrado una vez que la hora mágica era un momento muy especial, en plena noche, cuando tanto los niños como los adultos estaban sumidos en el más profundo de los sueños. Entonces, todas las cosas misteriosas salían de sus escondrijos y se adueñaban del mundo”.
                Sin ganas de volver a si camita, no puede evitar quedarse mirando la calle y de repente descubre que algo muy, muy alto se acerca.
                “No era un ser humano. No podía serlo. Era cuatro veces más alto que el hombre más crecido. Era tan grandote, que su cabeza quedaba a más altura que las ventanas de los últimos pisos de casas. Sofía abrió la boca para gritar, pero no le salió ningún sonido. El susto le atenazaba la garganta y el cuerpo entero.
No cabía duda: era la hora mágica”.
                Aterrada, la niña intentará pasar desapercibida pero, ¡ay!, este gigante tiene un oído muy fino y la oye respirar. Ni corto ni perezoso, mete la mano por la ventana y se la mete en un bolsillo.
                Así empiezan un viaje y una aventura que harán que la vida de Sofía no vuelva a ser igual. Porque el gigante secuestrador no es malo, es un simpático personaje que aprendió a leer y a escribir solo, que habla de una manera muy especial y que dedica su vida a recolectar sueños para después hacer que las noches de los niños sean maravillosas, ¡es el Gran Gigante Bonachón!

              “¿Yo?-gritó el gigante y su poderosa voz hizo que todos los tarros entrechocaran en sus estantes-. ¿Yo devorar guisantes humanos? ¡Jamás! Los demás sí que lo hacen. Devoran cada noche todos los que pescan, ¡pero no yo! Yo soy un gingante especial. ¡Un gingante bueno y amabiloso! El único gingante bueno y amabiloso de todo el País de Los Gingantes. Soy el GRAN GIGANTE BONACHÓN. Y ¿cuál es tuyo nombre?”
                Bonachón vive en el País de los Gigantes, acompañado de otros nueve gigantes, mucho más grandes que él y realmente malvados que todas las noches salen de caza a distintas ciudades del mundo para devorar a un montón de gente que duerme plácidamente.
                “Pero… ¿van esos gigantes a todos los países de la tierra?- preguntó Sofía.                       -Todos, con expinción de Grecia, son visitados alguna vez – dijo el GGB-. Depende de cómo el gingante se sienta en el país. Si hace mucho calor y al gingante le parece estar en una sartén, probablemente saldrá al galope hacia el Norte tiritihelado, para allí zamparse a un esquianimal o dos, así se refresca. Un esquianimal gordito es para un gingante lo que para ti un polo”.
                ¿Creéis que una niña pequeña como Sofía y un gigante escuchimizado podrán conseguir frenarles?
                Desde luego, ellos lo quieren intentar y para ello se les ocurre un plan fantástico en el que entre avisar de lo sucedido a alguien muy, muy importante.
              Roald Dahl dedicó este libro a su hija Olivia, que murió a los siete años por culpa de un sarampión y dicen que se inspiró en su nieta Sofía Dahl para crear el personaje de la protagonista. Como veis, estaba cargado de valor sentimental para él. Tal vez por eso esta es, seguramente, una de sus historias más tiernas. Bonachón, el gigante bueno que habla mal y es tremendamente susceptible es además un auténtico pedacito de pan que disfruta de las cosas más sencillas y quiere con todo su ser. Acostumbrado a vivir oprimido y maltratado por los demás gigantes y alimentándose solo de horribles pepinásperos para no comer personas, no duda en ayudar a los guisantes humanos a salvar a su mundo de los horribles gigantes y lo hace con seriedad y entrega.
                Como siempre, el humor llena cada página del libro, siempre el mismo, sarcástico y chocante, verdadero.
                Dahl nos muestra una realidad cruda y triste porque, como dice el Bonachón, los gigantes son horribles, pero no se comen entre ellos y los guisantes humanos nos pasamos la vida matándonos entre nosotros…
                Nos relata con crudeza la parte en la que hay que enfrentarse a los inmensos monstruos y con infinita ternura la relación entre los dos protagonistas. Además, con giros inesperados e inteligentes vamos descubriendo un mundo no tan diferente del nuestro y un desenlace genial y divertido.

                Es un libro muy entretenido que siempre hace las delicias de los más pequeños y para mí, uno de los que ofrece mensajes más claros y duros.
                Ilustrado, ¿cómo no?, por el gran Quentin Blake.
                La editorial lo recomienda a partir de 12 años, yo era bastante más pequeña cuando mi tía me lo prestó y soy mucho más mayor ahora que tanto lo disfruto J. De todos modos, es una buena edad para leerlo.
                No lo vais a dejar pasar, ¿no? ¡Es muravilloso y sorprenchocante!

               

viernes, 16 de septiembre de 2011

Hablando de Roald Dahl… un resumen.

                Ya tenemos la entrada de hoy de la semana especial, pero quería enseñaros otra cosa.
                Ya os dije que el 13, día del nacimiento de este gran autor, tuvo lugar una charla sobre él que moderamos Silvia Cartañá, de Los cuentos de Bastian y Los Libros deBastian y una servidora. Fue un día estupendo, aprendimos muchísimo y lo pasamos muy bien.
                Pues bien, Silvia ha tenido el detalle de hacer un resumen del día y de lo hablado en él, no quería que os lo perdierais así que, aquí os lo dejo.

                La semana de Roald Dahl llegó a su fin y yo me comprometí a presentar un resumen de la charla que tuvimos en las redes sociales donde pudimos conversar con el autor.
                ¿Cómo empezó todo? Me gusta el escritor Roald Dahl. Sus libros son despiertos, enérgicos, con chispa y garra. La lectura de sus libros te atrae inevitablemente, mientras te debates entre la carcajada, el miedo y la sorpresa. Es un autor que nunca te deja indiferente y, cuando acabas un libro suyo, siempre buscas más.
                En mi catálogo de recomendación de lecturas para el verano incorporé al autor Roald Dahl. No me centré en ningún título concreto, si bien indiqué que yo leería durante las vacaciones el libro titulado Matilda. En ese momento, entré en contacto con una lectora insaciable del autor, escritora a escondidas y gran conocedora de literatura infantil y juvenil, Matilda Libros. No fue casualidad, pues teníamos un nexo en común, que se llama Roald Dahl. Tras un intercambio de impresiones, algunos mails y unos cuantos cruces de entradas en facebook y twitter, me di cuenta que Matilda y yo teníamos que poner algo en marcha. El 13 de septiembre era el aniversario de Roald Dahl… y este año caía en Martes 13… no podía ser un día mejor, había que hacer algo. ¿Qué tal si compartimos públicamente un cambio de impresiones sobre el autor, a través de las redes sociales? Comentamos y compartimos nuestros conocimientos y dudas y quizás alguien se quiere apuntar… Esa fue mi propuesta. Y Matilda aceptó. Y no sólo eso, sino que me empujó a organizar un Grupo donde invitáramos a nuestros amigos para hablar de Roald Dahl… ¿Quién fue la lianta? No lo sé, pero las dos nos entusiasmamos, de tal manera, que en pocos días ya lo tuvimos listo. Organización y ejecución. Dicho y hecho.
                El pasado Martes 13 de septiembre, aniversario del escritor Roald Dahl, Matilda Libros y Los Cuentos de Bastian organizamos un encuentro virtual en las redes sociales para charlar, compartir y conversar sobre el autor Roald Dahl y su obra. ¿Resultado? Más de 200 personas conectadas pudiendo participar en un evento que estaba previsto que durara una mañana y se alargó hasta el día siguiente. Desde Lima hasta Sevilla, de Cataluña a México… hubieron altas y hubieron bajas, bandejas colapsadas, mucha información, vídeos, música, películas, libros, libros y  libros. El pasado Martes 13 de septiembre, aniversario del escritor Roald Dahl, más de 200 personas participaron en un homenaje al autor. Matilda Libros y Los Cuentos de Bastian estamos muy orgullosos. Esperamos que vosotros también.
                Hablamos de la biografía del autor, para adultos y para niños, de películas, de series de televisión…
                Opinamos sobre la educación de los niños, la necesidad de mostrarles la realidad o edulcorarles la infancia.
                Coincidimos en la excesiva suavización en las historias que contamos a los niños.
                Leímos reseñas y escribimos citas.
                Nos dejasteis fotos de portadas de los libros, del autor, de lectores, de una niña maravillosa gran lectora de Roald Dahl.
                Hablamos en Twitter y facebook, dando un ejemplo de cuál es el valor de las redes sociales… más de 200 personas hablando simultáneamente a diferentes horas, desde distintos puntos de la geografía con un nexo en común, su pasión e interés por Roald Dahl.
                Llegamos a conclusiones interesantes.
                Y decidimos que la experiencia había valido la pena.
                Tuvimos tiempo de mencionar libros del tramo infantil: Matilda, Las Brujas, James y el Melocotón Gigante, The BFG, Cuentos en verso para niños perversos, Los Gremlins, Charlie y la fábrica de chocolate, La medicina de Jorge, El cocodrilo enorme, Los cretinos, El vicario que hablaba al revés, Agu Trot…, ufff, y todavía faltaron… Los mimpins, El dedo mágico, El superzorro… la lista de títulos es interminable y a cada uno le podríamos dedicar un día.
                Hablamos de títulos para adultos: Mi tío Oswald, Tales of the Unexpected, Ghost Stories, Boy, Volando Solo… comentamos películas con guión de Roald Dahl o basados en novelas de Roald Dahl como Charlie y la fábrica de chocolate (en la versión de 1971 y la más reciente de Tim Burton), Sólo se vive dos veces de James Bond, el clásico infantil Chitty Chitty Bang Bang, las series de televisión como Tales of the Unexpected o el capítulo El Hombre del Sur de la serie Alfred Hitchcock Presenta … La bibliografía y filmografía de Roald Dahl es tan amplia como para habernos dejado títulos en el tintero, teatro, poesía y otras curiosidades. Nos las reservaremos para otra vez.
                Conseguí salir de dudas acerca de la relación entre Los Gremlins de Roald Dahl, que Disney llevó a la gran pantalla… con poca suerte, y Los Gremlins, la película de Joe Dante con guión de Chris Columbus. En la segunda se hace un guiño a la primera, en aquél personaje incomprensible (hasta conocer este dato, probablemente lo era) que parecía un sonado que no cesaba de gritar a los cuatro vientos que el final está por llegar cuando aquellos seres perversos, los Gremlins, bajen de sus aviones de combate para invadir el mundo. Con esos personajillos se refería, precisamente, a los descritos por Roald Dahl en su libro del mismo nombre y es la clave para mostrarnos cómo, efectivamente, la obra de Dahl ejerció una influencia decisiva en Joe Dante para idear la película que todos conocemos. Esa intervención y el título, eran su homenaje.
                Muchos habrán aprendido nuevas cosas de Roald Dahl, otros se lucieron por su amplio conocimiento y nos mostraron datos que desconocíamos, algunos que creían no conocerlo descubrieron que es el autor de películas, series, libros o historias que han visto o de las que han oído hablar, otros apuntaron curiosidades para investigar o para informar a terceros… todos estuvimos implicados en la biografía y la obra de Roald Dahl. Y es que el autor da mucho de sí, hay mucho de qué hablar. Con el Grupo que formamos, nos dimos cuenta que lo mejor para ampliar conocimiento es COMPARTIR. Y esa es la gran bondad de las redes sociales, que nos ofrecen la maravillosa oportunidad de ampliar conocimiento y también de ampliar nuestro radio de acción.
                Estuvimos también tratando, gran parte del tiempo, un tema delicado y es el de la educación. Roald Dahl defiende a los niños y se pone en su piel, pero de una manera exageradamente sarcástica, con alto contenido violento y mucho humor negro que nunca te deja indiferente. Las historias infantiles de Roald Dahl sobresalen por encima de la realidad y topan con una fantasía espeluznante, provocando una reacción sumamente positiva, porque consigue que los adultos nos pongamos en la piel de un niño y le comprendamos con total sinceridad, al tiempo que un niño disfruta por sentir identificados sus sentimientos más profundos. Nos preguntábamos si es necesario endulzar los cuentos clásicos o si, por el contrario, tampoco conviene caer en un excesivo realismo para explicar a los niños de qué trata la vida. No seguiré con los comentarios que surgieron, porque esto da para otro día y muchos más…
                Hablamos también de Quentin Blake, ese gran compañero ilustrador que da todo el sentido a la obra de Dahl. El uno sin el otro, no hubiera sido lo mismo.
                Os mostramos la página oficial del autor.
                Conocimos el Museo de Roald Dahl.
                La Fundación Roald Dahl.
                Y tuvimos muchas entradas y enlaces con reseñas de libros del autor. Realmente, hay dónde escoger.
                Para concluir con los enlaces, os dejo los de las autoras y las reseñas que hicieron de Roald Dahl:
                Matilda Libros presentó así su semana de Roald Dahl.
                Y Silvia Cartañá se planteó el reto de mostrar dos reseñas diferentes una para infantil y otra para juvenil del mismo libro, ¿cómo no?, Matilda. Porque ambos grupos lo deben conocer, pues el abanico es tan amplio y la ironía tan certera, que fácilmente hallarán un punto de interés en la lectura de Roald Dahl. Y estirando ese punto…
                Hicimos mucho más de lo que pensábamos, porque la participación lo permitió. Y nos lo pasamos muy bien… es un lujo hoy en día dedicar varias horas a algo con lo que te sientes enormemente satisfecho… Debía durar medio día y duró más de un día entero.
                Y lo mejor, ¿sabéis qué es? que hemos hecho muchos amigos.
                Muchas gracias por vuestra participación. Todo esto da sentido a la existencia de las redes sociales. Precisamente esto es lo que me maravilla de ellas y, con este Grupo, damos ejemplo de cuál es uno de sus usos ideales.
                Esperamos que nos sigáis desde nuestros blogs: Matilda Libros y, por mi parte, desde Los Cuentos de Bastian (infantil) y Los Libros de Bastian (juvenil).
                Nos pidieron continuación y Matilda Libros y yo nos planteamos seriamente un Grupo de Lectura con cierta periodicidad… pero no avanzamos nada… dejadnos “maquinar”…
                Desde aquí, agradezco enormemente a Matilda Libros su confianza en mí, pues no dudó en apoyar mi propuesta y juntas lo conseguimos. Es una fantástica compañera de juegos. ¡Gracias Matilda Libros!
                Para todos los que no estuvisteis, aquí tenéis el enlace al Grupo de facebook Hablando de Roald Dahl… por si le queréis echar un vistazo…
                Esperamos veros pronto…
                Silvia Cartañá”.

Semana de Roald Dahl. Las brujas.

               No tenía muy claro si incluir este título en la semana especial, primero, porque es de los más conocidos de Roald Dahl y pensé que a lo mejor os aburríais y segundo porque debo reconocer que, aunque me encanta, me resultaba aterrador de pequeña y conservo casi intacto ese sentimiento, ¡madre mía!, si estas brujas son peores que el mismísimo demonio…
                Pero me parece un libro genial, lo mires por donde lo mires, y no podía dejarlo fuera, aunque tenga que volver a ver a esas malvadas pelonas ;)

                Si ya hemos comentado todo lo políticamente incorrecto que era Roald Dahl, está de más decir que en esta historia también lo es, tenemos una abuela fumadora, mentirijillas a diestro y siniestro, párrafos aterradores y un final, cuando menos impactante. Pero todo eso está tan bien hilado con verdades como puños, con un cariño inmenso entre los protagonistas, con un optimismo y una valentía admirables y, claro está, con un humor negro y sarcástico que el resultado no puede ser más que un libro divertidísimo y muy emocionante de esos que no quieres soltar hasta llegar a la última página.
                El protagonista de nuestra historia es un niño de siete años que quedó huérfano y tuvo que irse a vivir con su abuela. La relación entre los des es magnífica, hablan de todo y se quiern con locura y la abuela, que ya es vieja y por lo tanto muy sabia, le da consejos muy útiles para su vida.
                Una de las cosas más importantes de las que le habla es de las brujas, pero de las de verdad.
                “En los cuentos de hadas, las brujas llevan siempre unos sombreros negros ridículos y capas negras y van montadas en el palo de una escoba.
Pero éste no es un cuento de hadas. Este trata de BRUJAS DE VERDAD.
                Lo más importante que debes aprender sobre las BRUJAS DE VERDAD es lo siguiente.
Escucha con mucho cuidado. No olvides nunca lo que viene a continuación.
                Las BRUJAS DE VERDAD visten ropa normal y tienen un aspecto muy parecido al de las mujeres normales. Viven en casas normales y hacen TRABAJOS NORMALES.
                Por eso son tan difíciles de atrapar.
                Una BRUJA DE VERDAD odia a los niños con un odio candente e hirviente, más hirviente y candente que ningún odio que te puedas imaginar.
                Una BRUJA DE VERDAD se pasa todo el tiempo tramando planes para deshacerse de los niños de su territorio. Su pasión es eliminarlos, uno por uno. Esa es la única cosa en la que piensa durante todo el día. Aunque esté trabajando de cajera en un supermercado, o escribiendo cartas a máquina para un hombre de negocios, o conduciendo un coche de lujo
(y puede hacer cualquiera de estas cosas), su mente estará siempre tramando y maquinando, bullendo y rebullendo, silbando y zumbando, llena de sanguinarias ideas criminales.
                «¿A qué niño», se dice a sí misma durante todo el día, «a qué niño escogeré para mi próximo golpe?».
                Una BRUJA DE VERDAD disfruta tanto eliminando a un niño como tú disfrutas comiéndote un plato de fresas con nata.
                Cuenta con eliminar a un niño por semana. Si no lo consigue, se pone de mal humor.
                Un niño por semana hacen cincuenta y dos al año.
                Espachúrralos, machácalos y hazlos desaparecer.
                Ese es el lema de todas las brujas”.
                Y, ¿por qué sabe tanto la abuela de ellas? ¡Ay!, porque las ha conocido en primera persona.


                La vida de esta pequeña y singular familia transcurre con relativa calma hasta que un verano deciden ir a Noruega, de donde es la abuela y eran los padres del protagonista, a pasar las vacaciones. Tienen muchas ganas de hacerlo y se pasan mese hablando del viaje y preparándolo. Lo único con lo que no cuentan es con que, justo en hotel en el que se va hospedar tendrá lugar una curiosa convención y ante la seguridad de un gran peligro para todos los niños del mundo, abuela y nieto tendrán que actuar con decisión.
                “—¡Los niños son rrrepulsivos! —gritó La Gran Bruja—. ¡Nos desharremos de ellos! ¡Los borrrarremos de la fas de la tierrra! ¡Los echarremos por los desagües!
—¡Sí, sí! —entonó el público—. ¡Deshacernos de ellos! ¡Borrarlos de la faz de la tierra! ¡Echarlos por el desagüe!
—¡Los niños son asquerrosos y rrrepugnantes! —vociferó La Gran Bruja.
—¡Sí, sí! —corearon las brujas inglesas—. ¡Son asquerosos y repugnantes!
—¡Los niños son sucios y apestosos! —chilló La Gran Bruja.
—¡Sucios y apestosos! —gritaron ellas, cada vez más excitadas.
—¡Los niños huelen a caca de perrrol —chirrió La Gran Bruja.
—¡Buuuuu! —gritó el público—. ¡Buuuuu! ¡Buuuuu! ¡Buuuuu!”.
                ¿No son aterradoras? Yo creo que sí.
                En este libro encontramos un tierno guiño a los abuelos de Roald Dahl, noruegos, a los que iban a ver todas las vacaciones y con quien se llevaba de maravilla, los adoraba, como el protagonista de nuestra historia a su abuela.
                Y me diréis, “si da tanto miedo, ¿cómo lo van a leer los niños”. Bueno, yo ya os he comentado que, en general soy miedosilla así que supongo que no es muy realista medir el grado de terror de este libro por mí. Los niños en general son mucho más valientes de lo que nosotros pensamos y la realidad es que, aunque se sienten impresionados leyendo Las Brujas, suelen filtrar los ratos más complicados con bastante facilidad. Les llamará mucho más la atención la aventura y aunque estas brujas son realmente feas, no es el primer mosntruos horrible con el que se encuentran.

                Además, el libro mantiene siempre un tono despreocupado en el que, hay que hacer las cosas, no se puede dejar el destino de los niños del mundo en estas manos, pero la experiencia no es tan horrible y el resultado es claramente asumible. ¡Hay que mirar siempre el lado positivo de las cosas! Así era Roald Dahl y así lo reflejaba en sus libros.
                Por otro lado, los libros de este autor son muy buenos para leer en voz alta  esta es una manera estupenda de saber hasta dónde puede llegar nuestro niño y hacer que se divierta con lo que lee.
                Mi opinión es que no hay que dejar pasar esta historia, catalogada a partir de 10 años y que realmente nos hará pasar un rato trepidante.

LinkWithin

Related Posts Plugin for WordPress, Blogger...