martes, 8 de mayo de 2012

La lluvia mágica. María Domínguez Márquez / Marina Seoane.


    Hace unos días tuve una agradable sorpresa, desde la editorial Edimater compartían conmigo dos novedades que yo ya había visto en su página y me llamaban mucho la atención. Hoy os traigo una de ellas.

     Me gustan los libros de Edimater, por su compromiso con los lectores, por lo cuidados que están y porque siempre traen historias divertidas llenas de mensaje.



     En el pueblo de Pablo y Ana hace días que no para de llover y sus habitantes no tienen más remedio que pasar las tardes en casa, es imposible salir a la calle a jugar con este tiempo.
Pablo y Ana están bastante aburridos ya de esta lluvia que no se marcha y cuando se acuestan, una de tantas noches mojadas, esperan que a la mañana siguiente luzca el sol. Pero claro, si saliera el sol así sin más no tendríamos cuento y al amanecer, cuando Pablo se levanta y se mirá en el espejo descubre que la lluvia es ahora el menor de sus problemas porque, ¡madre mía! ¡De repente tiene cara de rana! Y no solo él, también Ana, su padre y su madre han cambiado. Parece mentira pero esa mañana, ¡todos en el pueblo tienen cara de rana!

     No me digáis que no queréis saber qué va a pasar ahora.

     Este cuento me ha gustado por varias cosas. La primera, porque es original, no solo la idea de que un pueblo entero se llene de humanos con cara de rana, sino también y sobre todo, por cómo trata el tema fundamental de la historia, la idea de que todos somos diferentes y eso no es malo ni debe ser motivo de rechazo. La segunda porque me ha parecido una historia entretenida y me ha hecho mucha gracia. Y finalmente, porque el texto va acompañado de unas ilustraciones maravillosas que consiguen que nos veamos en mitad del pueblo y casi que nos mojemos con la lluvia.



     Utilizando una historia simpática y más bien disparatada, la autora hace hincapié en un tema al que los niños se enfrentan continuamente, la posibilidad de ser diferentes y el miedo a que esto provoque el rechazo de los demás. Pero deja muy patente lo tontas que somos a veces las personas porque, si alejarnos de alguien simplemente porque no es como nosotros es malo ya de por sí, a veces, los motivos que nos llevan a hacerlo son realmente absurdos y carentes de sentido, además de no haber, en absoluto, una razón real para esta actitud.

     Así pues, con un lenguaje claro y conciso y como se espera en este tipo de libros, un ritmo ágil y ligero, este álbum ilustrado consigue que los lectores pasen un buen rato y además, se planteen algunas cosas que son importantes.

     Sobre ilustraciones, a mí me gusta mucho el estilo de Marina Seoane, sus dibujos están llenos de colores, son alegres y sobre todo envolventes. Me da la sensación de que puedo entrar en el cuento y con ellos complementa al texto y nos susurra cosas que no dicen las palabras. Además, me hace volver a mis años de niña en casa de mis abuelos.



     El libro está recomendado a partir de 7 años pero, ya sabéis, eso depende del lector. Yo os diría que me parece una buena edad para que lo lean solos y que, para leerlo, solos y en compañía, esta historia es muy recomendable para tooooodas las edades.

     Por último, un millón de gracias a Edimater por dejar que me asome a sus creaciones y por conseguir, con ellas, que pase ratos realmente buenos y entrañables.

     Un abrazo a todos y nos leemos.

10 comentarios:

Margari dijo...

Yo lo quieroooo!!!! Apuntadito me lo llevo, que seguro que a mi chiqui le encanta.
Besotes!!!

Cartafol dijo...

que bonito, no lo conocía!;D

marta dijo...

¡Que ilustraciones más bonitas! No lo conocía, me lo apunto para algún regalito que haga.
Besos

Matilda dijo...

Es muy simpático Margari. Tu peque ya lee de sobra para este libro pero seguro que, aún así, pasáis un buen rato con él.
Un besazo guapa.

Matilda dijo...

¿Verdad que sí Cartafol? Es una historia muy simpática y las ilustraciones son arrolladoras.
Un beso, guapa.

Matilda dijo...

Pues es un regalo chachi, Marta, seguro que aciertas. Como bien dices, las ilustraciones son geniales.
Un beso, guapa.

Shorby dijo...

Pues a mis 26, de vez en cuando le echo un ojo a alguno de estos eh jejeje

Besotes

Matilda dijo...

Es que son una delicia, Shorby. Yo ahora, entre la excusa de "para mis niños cuando los tenga" y la de que "es mi trabajo" tengo la casa llena de cuentos, jajaja.

Un besazo, guapa.

María dijo...

Como tengo más de siete...creo que me lo recomiendo!! Tiene muy buena pinta, Matilda...apetece llevarlo en un bolson grande y sacarlo bajo un paraguas.
Bss!!

Matilda dijo...

Eso es lo bueno de tener más de 7, María, nos da opciones a leer tooooodos los libros que queramos :)

Eso de sacar este con un paraguas me ha gustado, ¡muy romántico!

Un abrazo muy grande, guapísima.

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