miércoles, 23 de marzo de 2011

Otro poquito de cuento y una disculpa.

        Hoy tengo que pediros a todos una disculpa, especialmente a Matilde. Ella me mando ayer su parte del cuento y yo pensaba subirla al blog un ratito después pero me fui a patinar, me caí (se ve que tengo que practicar mucho más) y me mareé. Soy una persona que se marea con mucha facilidad, desde pequeñita y además, me cuesta bastante recuperarme así que cuando llegué a casa no pude seguir con nuestra historia, lo siento mucho.
        Por suerte hoy estoy mejor y ya podéis leer el siguiente capítulo. ¡Os va a encantar!



    Pero Dodo había visto algo más. Por eso, mientras corría a toda prisa al encuentro del grupo su angustia crecía y por undécima vez en aquel día, los temores con los que el grupo comenzó esta aventura, cacareaban de nuevo en su cabeza : „que cuando uno va de excursión siempre debe llevar agua y un mapa, que si una cueva es de colores, o si en ella brilla una luz tan azul y tan intensa, hay algo raro en ella, que si oímos el ruido del mar …hasta un pájaro  Dodo tonto sabe esto...",  Dodo lanzó un grito tan enérgico al llegar, que consiguió poner a todos las plumas de punta: “ -!Están todos ahí!, no sólo Milón, a todos los tienen prisioneros”-. Un silencio pavoroso precedió al parloteo del grupo interrumpido solo por el gimoteo de Babaio, hacia quien todos giraron sus cabezas al unísono y por segunda vez en ese día. -„Mi familia-, se lamentó Babaio.


    Según contó Dodo la situación era la siguiente: una cueva que desprendía una luz azul e intensa, casi mágica, una Dragona, que la custodiaba, Milón atado a una enorme roca y vigilado muy de cerca por la Dragona y los huevos, enormes cascarones de huevos dispuestos en hileras...y al fondo lo que parecían enormes jaulas con, !claro! criaturas de grandes ojos verdes y cuello largo como... una vez más los ojos de todos se posaron de nuevo en Babaio, quien consiguió esta vez articular la palabra “mamá,” mientras recordaba en voz alta las últimas palabras que de ella percibió a través del cascarón “-no tengas miedo, hijo, voy a ponerte a salvo, son ellos, vienen a por nosotros...”-y al dulce canto consolador que le prosiguió después “.-Son ellos- explicó Babaio, con los enormes ojos chispeantes -los saqueadores de cascarones, los piratas de...-”
Pero Babaio bajó su cuello, abatido, pues no conseguía recordar nada más y ahora varios interrogantes pendían sobre las cabezas de todos como serpientes grotescas: ¿quienes eran estos piratas?, ¿qué pensaban hacer con todos esos huevos? ¿de dónde había salido esa dragona fantástica si en realidad los dragones solo existen en los cuentos? Y lo más importante, ¿lograrían rescatar a Milón, a todos esos huevos y a la familia de Babaio...?

        No me diréis que la cosa no está de lo más emocionante.
        Ahora es el turno de Tita la más bonita.

       Puede que estos días ande un poco perdidilla, tengo un final de mes algo complicado y no sé si me dará tiempo a caer mucho por aquí. Ultimamente hago muchas cosas y por eso estoy un poco desaparecida, os pido disculpas de nuevo pero es que no me da el tiempo para más.
        De todos modos, poco a poco me iré organizando mejor y me cundirá mucho más :)
       Como siempre, muchas gracias por estar ahí y seguimos en contacto.
       Abrazos a todos.

16 comentarios:

Ilustra Katiuska dijo...

Espero que te hayas recuperado del todo... :)

La hormiguita. dijo...

Ahh.. esos patines, ¡cuidate! y controlate lo de los mareos, tranqui, esperare ansiosa tus letras.
Saluditos.

Pencies dijo...

UFF ¡Qué bien lo has hecho Matilde! La cosa está superinteresante y la historia cada vez más complicada, la verdad es que va a ser complicado ponerle fin. Muchos besos a tod@s ESPE

Towanda dijo...

Primero desearte una pronta mejoría con eso de los mareos...

El cuento está quedando de fábula.
Felicidades, Matilde.
Un abrazo.

Al calor de los libros dijo...

El cuento cada vez mejor. ¡Qué emocionante!
¡Patinar, mi gran ilusión!, bueno, lo fue hasta los 40, porque me regalaron el equipo completo y después de intentarlo varias veces, y estar más tiempo por el suelo que otra cosa, acabó usando los patines una de mis hijas. Y es que el equilibrio lo tengo fatal. Así que me pasé al tai-chi.
Cuídate esos mareos.
Un abrazo

Matilda dijo...

Hoy no he ido a patinar para evitar males mayores Cris, jeje, pero ya voy estando bien. Gracias guapa.
Un abrazote.

Matilda dijo...

Gracias hormiguita, seguro que la próxima vez se me da mejor y muchas gracias por tu espera y tus palabras :)
Un abrazo.

Matilda dijo...

¿Verdad que está genial Espe? Besazos grandes para ti.

Matilda dijo...

Gracias Towanda, ya va estando todo controlado, no se pueden mezclar los super resfriados con los patines, jajaja.
Un abrazo.

Matilda dijo...

Jajaja, qué valiente Blanca que te animaste con todo el equipo. Yo patinaba mucho de pequeña pero he perdido la práctica totalmente y además, los patines en hilera no son los que yo usaba así que estoy intetando acostumbrarme a ellos pera claro, ¡ya no tengo 10 años! jajaja.
Un abrazote guapa.

Matilde dijo...

No hacía falta que te disculparas promor, que demasiado rápido y bien trabajas, que yo no sé ni cómo tienes tiempo, hija. Mejórate pronto.
Ah, muchas gracias por vuestros comentarios. Me he divertido mucho escribiendo. Saludos para todos.

MARTA dijo...

Espero que estés mejor, vas a patinar todos los días? Qué deportista! Yo patinaba de pequeña, durante 8 años pero sobre 4 ruedas, los de línea me dan un poco de jiñelis. Que sensanción más mala la de los mareos! Yo me maree dos veces en el hospital cuando parí y me acuerdo del aturdimiento al despertar rodeada de gente!
El cuento está quedando genial!
Un besote guapa y cuidate!

Matilda dijo...

¿Cómo no Matilde? Me dio muchísimo coraje no poder subir tu parte del cuento y tener que esperar y haceros esperar a todos. Por suerte ya está aquí y como ves, ha sido un exito ;)
Un abrazo grande guapa.

Matilda dijo...

Yo patinaba de pequeña Marta pero como tú, con patines de los clásicos. Hacía muchísimo que no patinaba y a Jaime le encanta así que me regaló unos patines en linea y ahí estoy, intentando hacerme con ellos, pero me siento super insegura todavía. No vamos todos los días, estamos intentándolo, jeje.
Tienes razón, los mareos son horribles. Yo me mareó desde que era un bebe y como ya me conozco aviso antes de caerme redonda (por suerte a esos niveles llego pocas veces) pero si me mareo, aunque no sea mucho me cuesta muchísimo recuperarme y me siento super impotente, creo que es una de las cosas que más miedo me da, marearme y por eso en cuanto me encuentro un poco mal me siento, ¡me he vuelto una cagueta con los mareos!
Gracias por tus palabras guapa.
Un abrazote inmenso :)

Carm9n dijo...

Espero que andes liadita pero todo bien...
Besotes, guapa!

Matilda dijo...

Todo bien Carmen, gracias, es solo que ultimamente quiero hacer muchas cosas, es estupendo pero requiere de una buena organización y yo no soy especialmente organizada, jeje.
Más besotes para ti :)

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