Nunca se me dieron bien las
matemáticas, es más, soy un desastre tremendo en cuanto a números
se refiere y hasta para calcular los puntos de las labores echo mano
de la calculadora de vez en cuando.
Con este percal, os imaginaréis que
en el cole esta asignatura me dio más de un disgusto y que me costó
una barbaridad aprobar y llegar por fin a 3º de BUP (sí, yo soy de
la vieja escuela) donde pude olvidarme de ellas y cambiarlas por el
latín, el griego y la literatura.
Creo que las personas que son hábiles
en esta materia no pueden, de ninguna manera, entender por qué son
tan complicadas para la gran mayoría. Y es que en matemáticas, las
cosas son como son y las ves o no las ves, es así de sencillo. Pero
cuando no las ves, te sientes totalmente perdido e incapaz de seguir
camino alguno. La matemáticas no se pueden aprender de memoria y no
pueden convertirse en cuento, como la historia.
O eso pensaba yo, que, a pesar de mis
años de librera, nunca había encontrado un libro que fuera capaz de
hacer las pobres y odiadas matemáticas un poco más amenas
(reconozco que tampoco lo busqué mucho).
Cuando Maeva, muy amablemente, me
ofreció este libro, no pude resistirme, ¿había conseguido alguien
que la asignatura más temida de todos los cursos fuera divertida?
Eso no podía perdérmelo.
Y efectivamente, aunque las
matemáticas, como tantas otras cosas, se aman o se odian, Ann
Cerasoli ha sido capaz de darles una cara más amable y de hacerlas
un poco más cercanas y asequibles.
Por lo visto, a esta autora, lo
números también le hicieron sufrir siendo niña y quería evitarles
a otros niños la experiencia aterradora de salir a la pizarra sin
tener ni idea de lo que se estaba hablando.
Ha escrito varios libros con esta
temática y en ellos aborda distintos aspectos de la materia. En este
caso concreto, nos habla de las fracciones, simpáticas, para qué
negarlo y a la vez bastante desconcertantes porque, ¿qué es más,
4/5 o 5/6? O ¿cómo puede una fracción ser falsa?
Estos y otros mucho asuntos son
tratados en el libro de manera clara y amena, entre aventuras,
cumpleaños, bicicletas, humor, algún que otro misterio y
reveladores dibujos que dejan muy poco espacio para las dudas.
Estoy segura de que si a un niño al
que no le gustan las matemáticas le dan a elegir entre un libro de
Gerónimo Stilton y uno de fracciones, evidentemente, el ratoncito va
a salir ganando pero si a la hora de estudiar y hacer los ejercicios
de esta materia le ponemos a su lado este libro naranja y
complementamos con él las páginas del libro de texto, el
resultado va a ser una tarde de estudio mucho más divertida y una
mejor comprensión del tema.
Es cierto, Ann Cerasoli no puede hacer
magia y las matemáticas son lo que son, pero sí ha conseguido
mostrar una cara mucho más amable de las mismas y quitarles ese
vestido serio y aburrido que muchos profesores se empeñan en
ponerles.
Yo lo he pasado bien leyendo Los
trucos de las fracciones y como hacía mucho que no me encontraba
con este tema, además, he aprendido cosillas. Le agradezco a la editorial que me lo enviara y que, encima, lo hiciera tan rápidamente, llegó justo cuando acababa el libro anterior ;)
¿Qué decís? ¿Os animáis a perderle
el miedos a las matemáticas?
6 comentarios:
Hola Matilda: Québuena reseña! Hasta ganas de volver al cole a estudiar matemáticas...jajaja, la realidad es que ni me resultaron faciles ni se me complicaron demasiado, creo que dependía del tema. Pero este libro parece excelente para los chicos a los que cada vez cuesta más explicarles las cosas máas sencillas! Gracias por la info veré si lo consigo por aquí para cuando tenga que ayudar a alguien en la materia. Besitos =)
Muy buena reseña =)
Pues parece un libro bastante curioso y sobretodo educativo para los más peques =)
Besotes
Me lo voy a pillar seguro, que ya este año mi pequeñaja empieza con las fracciones... Y me parece que me va a hacer falta este libro para armarme de paciencia y explicarle de qué va esto de las fracciones... Aparte, lo voy a confesar. Las matemáticas me gustan...Yo también soy de la época de Bup y escogí letras mixtas para poder seguir dando mates... La única asignatura de ciencias que me gustaba. Eso y estudiar el cuerpo humano!
Besotes!!!
Me alegro de que te guste, My favorites things, es, como bien dices, un libro interesante y bueno para cuando las matemáticas dan problemas ;)
Un besazo.
¡Gracias Shorby! Sí que lo es, muy educativo, jeje.
Un besazo.
Jajaja, Margari, dices que te gustan las matemáticas como si fuera algo horrible, ¡afortunada tú!
Si a la peque le tocan las fracciones este año, igual con este libro le resultan más divertidas, aunque las fracciones no son lo más antipático de la materia, ¿no? En cualquier caso, tenéis varios títulos de la autora y todos pintan bien.
Un beso muy grande a las dos.
Publicar un comentario