Se nos ha acabado esta semana tan
especial y hoy llegamos al último libro.
Si os digo la verdad, lo he dejado
para el final porque me parece el colofón perfecto, es un libro tan
bonito que quería dejarle un sitio importante y la labor de cerrar
una semana como esta es muy importante.
¿Sabéis cómo son las sábanas del
arco iris? ¿O los sombreros de los elefantes? Es más, ¿Sabíais
que los elefantes tenían sombrero? Pues con este libro lo vais a
descubrir, eso y mucho más porque en unas pocas páginas y con muy
poquito texto Raquel nos lanza un mensaje inmenso, de la manera más
sencilla y por lo tanto, más eficaz posible.
Yo no soy mamá pero ella sí y desde
luego, en este libro, sabe de lo que nos está hablando porque, hay
muchos tipos de amor pero el amor de una madre es grande, grande,
fuerte, fuerte y muy, muy especial.
Para contarnos eso utiliza un lenguaje
escueto y simpático y una comparaciones divertidas que acompaña con
sus preciosas ilustraciones.
Si normalmente los dibujos de Raquel
llenan sus libros de manera arrolladora esta vez a mí me ha parecido
que mucho más, son tremendamente expresivos y en ellos no falta ni
sobra nada.
Me ha encantado este álbum porque con
poco dice mucho, porque no pierde si visión positiva y alegre del
mundo y porque trata un tema universal y precioso de manera muy
tierna.
Todos los libros que he reseñado esta
semana se han hecho un hueco muy especial es mi estantería porque
siempre, no importa a qué hora o en qué momento los lea, me sacan
una sonrisa y me llenan de alegría. Creo que ese es el secreto de
Raquel, ese y como ya hemos hablado anteriormente, su sencillez para
hablar de cosas importantes.
Estos días han sido para mí muy
bonito, he disfrutado mucho leyendo, releyendo y reseñando todos sus
cuentos y no tengo palabras para agradecerle que haya querido
acompañarnos en una más de nuestras historias.
Espero que vosotros también hayáis
disfrutado de la semana especial, muchas gracia spor la compañía y
ya sabéis que tenemos tres sorteos en marcha, ¡animaos a
participar!
Un abrazo a todos y nos leemos.
18 comentarios:
Precioso. Sencillo y sentido. Para nosotros un perfecto libro-excusa, como explicaba en este post.
Gracias por esta semana :)
Ha sido una semana de entradas geniales, tengo que mirar por si se me ha pasado alguna. Esté ya te comenté que me lo regaló mi madre, es tan tierno, tan bonito, me encanta leerlo de vez en cuando.
Un besazo y gracias por traernos estos cuantos tan bonitos.
¡Qué preciosidad! Ya te digo, me han conquistado las ilustraciones de Raquel, y el tema... Qué decirte, yo soy madre y de verdad que no hay un amor más grande que ese, así que me parece perfecto dedicarle una historia. Besos.
Ha sido una semana fantástica y le has puesto un cierre precioso y perfecto. Si es que me dejas con unas ganas de hacerme con éste y con todos los libros!!!
Besotes!!!
Acabo de entrar en tu blog y ver esta semana especial, y creo que me iré a ver el resto de entradas. Este libro parece maravilloso.
Beeeeeeesos
Qué preciosidad, son estupendos.
Saludos ^^
Hola! Eh seguido de cerca las reseñas publicadas esta última semana y me han parecido grandiosas todas y cada una. Un abrazo enorme!
Gracia por esta semana, la he disfrutado mucho.
Besos
Gracias a ti, Carmen, has tenido mucho que ver en que se haya podido realizar :)
Un abrazo grande.
Gracias a ti, Meg, por la compañía todos los días.
Me acordé de ti al hacer la reseña :)
Un abrazo grande.
Rebeca, las mamis sois las que mejor podéis entender este cuento, es una preciosidad, ¿verdad?
Un abrazo grande.
Jajaja, Margari, auqnue sea pronto, ¡vais a tener que empezar la carta de los Reyes Magos!
Gracias por estar ahí siempre.
Un abrazo muy grande.
Gracias Poy, es un libro maravilloso, desde luego.
Un abrazo.
¿Verdad que sí, Mav?
Un abrazo grande.
Muchas gracias Amores.
Te mando otro gran abrazo.
Gracias a ti, Lu, por no perderte ni una entrada.
Un abrazo muy, muy grande.
Este libro es precioso, fue el regalo de St. Jordi de mi hija a mi nieta. Bueno, más bien fue un regalo para ambas... simplemente maravilloso.
Ha sido un favorito en nuestra casa, le tengo mucho cariño. Tenia menos de 2 años cuando lo leímos por primera vez al acostarse el peque y, a la mañana siguiente, me sorprendió "sabiéndoselo"
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