Ayer en el blog de adultos hablábamos
de los besos, hoy lo hacemos aquí porque vamos a hablar de un libro
lleno, muy lleno de besos, bueno, de un beso.
Todas las mañanas, antes de irse a
trabajar, la mamá de Violeta le deja un beso en su almohada.
“Un beso azul en los días
soleados,
más azul todavía en los días nublados y siempre,
siempre, un beso
azucarado para endulzarle el desayuno”.
Y nunca, por mucha prisa que tenga, se
olvida de dejarlo ahí.
Cuando Violeta de despierta coge el
beso y se lo pone en la mejilla pero los besos de su mami son tan
fuertes que tienen vida propia y no pueden estarse quietos y el de
esta mañana ha decidido salir de paseo y hacer que todo lo que
encuentra a su paso sea un poco más bonito. ¿Queréis acompañarle?
Creo firmemente que los besos son una
de las cosas que regalamos mucho menos de lo que deberíamos. Los
besos no cuestan nada, ni dinero, ni esfuerzo, al revés, dar besitos
es una sensación muy agradable, ¿por qué no lo hacemos más? ¿Por
qué dejamos que la vergüenza, la rutina o cualquier otra cosa nos
impidan regalar besos a diestro y siniestro a todos nuestro seres
queridos? Dar y recibir besos es algo bonito y reconfortante y este
cuento, tan lleno de vida, es una muestra clara de ello. No os voy a
contar todo lo que hace el beso de Violeta en un día pero os
sorprendería ver de todo lo que es capaz.
Como todos los demás libros de
Raquel, este también rebosa de alegría y optimismo, creo que, si
tuviera que describir su obra así rapidito diría que está llena de
“buen rollo”, algo que hoy en día es muy importante y este
cuento, que encima tiene besos por todas partes, pues ya os
imagináis...
Las ilustraciones son brillantes y
llenas de colores y no se lo contéis a nadie pero yo me he quedado
totalmente enamorada de las nubes, los árboles y el abrigo de un
señor. Esta manera tan característica que tiene la autora de crear
imágenes arrolladoras, mezclando dbujos como si fueran retales de
tela le da a todo un aire muy especial y encantador.
Ya sabéis que os animo, muy mucho, a
que os asoméis a estos cuentos pero como estoy segura de que este,
además, os invitará a dar besos, ¡os animo mucho más!
16 comentarios:
Que bonito libro y me siguen encantando las ilustraciones. Y que te voy a decir yo de los besos, que afortunadamente pertenezco a una familia de osos amorosos, nos achuchamos nos besamos y nos damos mimos sin problemas. Solo basta que uno de nosotros diga eso de "estoy falto de cariño" para que acuda el resto a achucharle. XDDDDDD
Jajaja, me imagino al pobre falto de cariño debajo de un montón de gente abrazándolo y besándolo.
La verdad es que es muy importante mostrar cariño, ¿verdad? aquí es casa, por suerte, no dejamos de hacerlo :)
El libro, como todos, una maravilla.
Un abrazo muy grande, guapa.
Ays, cómo me tientas!!! Si es que entre los besos, los mimos y las ilustraciones que enamoran... Es imposible no querer este cuento!
Besotes!!!
Jeje, Margari, yo creo que la peque y tú os deberíais dar el gustazo por lo menos con uno de sus libros ;)
Un abrazo guapísima.
Las ilustraciones me parecen super graciosas =)
Besotes
hola, te escribo para decirte que estoy de sorteo en mi blog. Animate y participa no se tarda ni dos minutos...Besitos
http://silvia-artesaniadelsur.blogspot.com
spbavg1@gmail.com
Este es ta,bién muy bonito, tomo nota, tendo debilidad por estas ilustraciones e historias tan tiernas...Un besote!
Me tienen encandilada las ilustraciones de esta mujer, por Dios. En mi casa somos de lo más besucones, yo me paso el día achuchando a mis niños, todas las muestras de cariño son pocas para ellos. Buen fin de semana.
Me encanta este cuento, sobre todo porque no soy nada besucona (salvo von mi hijo) y me gustaría serlo más. A veces sólo con un beso se te curaría el alma. Me han encantado los libros que nos has presentado esta semana.
Muchos besos ;-)
UN BESO PARA TI
Por el blog y por descubrirme unos libros preciosos!!!
Son chulísimas, ¿verdad, shorby?
Un abrazo.
Gracias Silvia, lo había visto, pero aún no me he podido pasar. ¡A ver si lo consigo! jajaja.
Un beso grande.
Todos son bonitos, ¿verdad, Meg? ¡Es muy difícil decidirse por uno ;)
Un abrazo grande.
Pues estar en tu casa debe de ser una alegría, Rebeca.
Yo también estoy enamorada de las ilustraciones de Raquel, me parecen geniales.
Un abrazo, guapa.
Gracias Lu, por tus palabras.
A veces es difícil ser cariñoso y expresivo, ¿verdad? Pero en el fondo, yo creo que siempre sabemos demostrar que queremos a los nuestros.
Un besazo grande.
¡Otro para ti, Tapujos!
Ya me he acomodado en tu blog porque me parece que tienes mucho que contarme, jeje.
Un abrazo.
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