Hace unos días tuve una agradable
sorpresa, desde la editorial Edimater compartían conmigo dos
novedades que yo ya había visto en su página y me llamaban mucho la
atención. Hoy os traigo una de ellas.
Me gustan los libros de Edimater, por
su compromiso con los lectores, por lo cuidados que están y porque
siempre traen historias divertidas llenas de mensaje.
En el pueblo de Pablo y Ana hace días
que no para de llover y sus habitantes no tienen más remedio que
pasar las tardes en casa, es imposible salir a la calle a jugar con
este tiempo.
Pablo y Ana están bastante aburridos
ya de esta lluvia que no se marcha y cuando se acuestan, una de
tantas noches mojadas, esperan que a la mañana siguiente luzca el
sol. Pero claro, si saliera el sol así sin más no tendríamos
cuento y al amanecer, cuando Pablo se levanta y se mirá en el espejo
descubre que la lluvia es ahora el menor de sus problemas porque,
¡madre mía! ¡De repente tiene cara de rana! Y no solo él, también
Ana, su padre y su madre han cambiado. Parece mentira pero esa
mañana, ¡todos en el pueblo tienen cara de rana!
No me digáis que no queréis saber
qué va a pasar ahora.
Este cuento me ha gustado por varias
cosas. La primera, porque es original, no solo la idea de que un
pueblo entero se llene de humanos con cara de rana, sino también y
sobre todo, por cómo trata el tema fundamental de la historia, la
idea de que todos somos diferentes y eso no es malo ni debe ser
motivo de rechazo. La segunda porque me ha parecido una historia
entretenida y me ha hecho mucha gracia. Y finalmente, porque el texto
va acompañado de unas ilustraciones maravillosas que consiguen que
nos veamos en mitad del pueblo y casi que nos mojemos con la lluvia.
Utilizando una historia simpática y
más bien disparatada, la autora hace hincapié en un tema al que los
niños se enfrentan continuamente, la posibilidad de ser diferentes y
el miedo a que esto provoque el rechazo de los demás. Pero deja muy
patente lo tontas que somos a veces las personas porque, si alejarnos
de alguien simplemente porque no es como nosotros es malo ya de por
sí, a veces, los motivos que nos llevan a hacerlo son realmente
absurdos y carentes de sentido, además de no haber, en absoluto, una
razón real para esta actitud.
Así pues, con un lenguaje claro y
conciso y como se espera en este tipo de libros, un ritmo ágil y
ligero, este álbum ilustrado consigue que los lectores pasen un buen
rato y además, se planteen algunas cosas que son importantes.
Sobre ilustraciones, a mí me gusta
mucho el estilo de Marina Seoane, sus dibujos están llenos de
colores, son alegres y sobre todo envolventes. Me da la sensación de
que puedo entrar en el cuento y con ellos complementa al texto y nos
susurra cosas que no dicen las palabras. Además, me hace volver a
mis años de niña en casa de mis abuelos.
El libro está recomendado a partir de
7 años pero, ya sabéis, eso depende del lector. Yo os diría que me
parece una buena edad para que lo lean solos y que, para leerlo,
solos y en compañía, esta historia es muy recomendable para
tooooodas las edades.
Por último, un millón de gracias a
Edimater por dejar que me asome a sus creaciones y por conseguir, con
ellas, que pase ratos realmente buenos y entrañables.
Un abrazo a todos y nos leemos.
10 comentarios:
Yo lo quieroooo!!!! Apuntadito me lo llevo, que seguro que a mi chiqui le encanta.
Besotes!!!
que bonito, no lo conocía!;D
¡Que ilustraciones más bonitas! No lo conocía, me lo apunto para algún regalito que haga.
Besos
Es muy simpático Margari. Tu peque ya lee de sobra para este libro pero seguro que, aún así, pasáis un buen rato con él.
Un besazo guapa.
¿Verdad que sí Cartafol? Es una historia muy simpática y las ilustraciones son arrolladoras.
Un beso, guapa.
Pues es un regalo chachi, Marta, seguro que aciertas. Como bien dices, las ilustraciones son geniales.
Un beso, guapa.
Pues a mis 26, de vez en cuando le echo un ojo a alguno de estos eh jejeje
Besotes
Es que son una delicia, Shorby. Yo ahora, entre la excusa de "para mis niños cuando los tenga" y la de que "es mi trabajo" tengo la casa llena de cuentos, jajaja.
Un besazo, guapa.
Como tengo más de siete...creo que me lo recomiendo!! Tiene muy buena pinta, Matilda...apetece llevarlo en un bolson grande y sacarlo bajo un paraguas.
Bss!!
Eso es lo bueno de tener más de 7, María, nos da opciones a leer tooooodos los libros que queramos :)
Eso de sacar este con un paraguas me ha gustado, ¡muy romántico!
Un abrazo muy grande, guapísima.
Publicar un comentario