Hoy traigo un libro especial. Y digo
especial por varias cosas, una de ellas es que está escrito por uno
de los autores más representativos de la literatura juvenil española
y eso ya es mucho decir. Además, no es un libro típico, ni su
temática, ni el desarrollo de la trama, ni el desenlace, ni los
personajes.
Leí en un artículo de la
especialista de LIJ y escritora Rosa Huertas Gómez, sobre Joan
Manuel Gisbert, algo que describe a la perfección su obra y quiero
enseñároslo:
“En sus novelas es lo
fantástico, lo inexplicable, lo sobrecogedor, lo que surge en medio
de lo cotidiano. Y es mucho más inquietante esta aparición
inesperada, porque el final no nos va a devolver a una realidad
tranquilizadora sino que nos va hacer cuestionarnos hasta la
consistencia de lo tangible. Sus novelas se mueven en la delgada
línea que separa realidad y fantasía. Lo fantástico aparece como
una cara más de la realidad. La duda y el misterio se instalan tanto
en los movimientos de los protagonistas como en las expectativas de
los lectores.”
Para
que os hagáis una idea, así es La feria de la
noche eterna, una
novela intrigante e inquietante en la que llega un momento en que no
sabemos en qué plano nos estamos moviendo.
Emilio
debe irse a pasar unos días a casa de un tío suyo al que apenas
conoce ya que su madre ha tenido que marcharse a cuidar a una tía
suya que se ha puesto enferma. La misma noche en que el joven llega
al pueblo lo hará también la caravana de una feria que acampará en
un solar vacío cerca de un polígono industrial medio abandonado.
Teniendo en cuenta que Emilio no conoce a nadie y que, salvo leer sus
queridos libros, no tiene nada que hacer allí, verá esta
coincidencia como la excusa perfecta para pasar un rato agradable y
visitará la feria en cuanto esta abra sus puertas. Lo que Emilio no
sabe es que allí nada es lo que parece pero pronto lo descubrirá y
a la extrañeza inicial le seguirá la curiosidad por saber más y
las ganas de conocer mejor a Georgia, una chica, cuanto menos
enigmática.
Estamos
acostumbrados a una literatura juvenil muy concreta y que suele
seguir la corriente de lo que mande en ese momento pero, entre todos
los libros que luchan por hacerse hueco en las estanterías
disfrazados de “lo que está de moda” suele haber novelas
inteligentes que le piden al lector un poco más y que lo tratan con
mucho respeto. Esta es una de ellas y por eso me gusta.
No
me malinterpretéis, no rechazo en absoluto las publicaciones más
conocidas, al revés, creo que es bueno que haya de todo y que
conviene conocer unos palos y otros pero, cuando leo un libro
original, que mantiene la intriga, engancha y sobre todo, sorprende,
me da mucha alegría. Es cierto que, en este caso, nos encontremos
con una narrativa algo más densa de la que estamos acostumbrados
pero el esfuerzo bien merece la pena porque, con una narrativa muy
fluida, situaciones inquietantes y personajes misteriosos, Joan
Manuel Gisbert nos trae una historia estupenda y muy bien contada.
Creo
que, en mi caso, el hecho de que el mundo de los libros esté tan
presente ha sido un punto más a su favor.
Debo
reconocer que yo he sentido extrañeza, continuamente, desde que he
empezado a leer hasta que he acabado pero eso me ha gustado mucho. No
saber qué iba a encontrar al volver cada página y que lo encontrado
no tuviera nada que ver con lo que yo había imaginado ha hecho que
la lectura sea muy estimulante y que, a pesar de ser pausada y
tranquila, el libro no se me haya hecho pesado en absoluto.
En
fin, siempre me han gustado las colecciones por edades de la
editorial Edelvives pero, concretamente la juvenil, me parece
espacialmente buena y sé que los lectores que se animan a probar
suelen volver a por más novelas de la misma.
Si
os apetece asomar un poco la nariz al mundo de la ciencia ficción y
buscáis una lectura diferente y que os cuente algo distinto, este
puede ser un buen libro.
Un
abrazo a todos y nos leemos.
10 comentarios:
Si es que consigues picarme la curiosidad siempre... ¡Eso no vale...! Jajajaja
Besotes!!!
Me ha llamado mucho la atención, y más si los libros están tan presentes como dices ;)
Besitos.
Yo también quiero asomar la nariz por entre las páginas de este libro...suena realmente bien...a veces los libros juveniles resultan sorprendentes y se pueden seguir leyendo a cualquier edad...no soy muy amiga de la ciencia-ficción, pero a veces tiene su punto.
Me ha gustado mucho leerte, Matilda.
Un abrazo!!
Jajaja. Me encanta que me digas eso, Margari, es lo que siento yo al leeros a vosotros y pienso, ¿mis reseñas serán así de buenas que mi lista no para de crecer? Jajaja. Ya veo que, por lo menos, no están mal.
Apúntate este libro y esta colección para cuando la peque crezca un poco así les das tiempo ;)
Un súper abrazo.
Es un libro original e inteligente, LittleEmily, no deja indiferente, la verdad.
Un besazo.
Gracias María, es una alegría verte por aquí.
Este libro es un poco diferente, a mí me ha gustado por eso y porque, como decía antes, es inteligente.
Yo tampoco soy muy de ciencia ficción pero, es verdad, a veces tiene su punto.
Un abrazo muy, muy grande, guapa.
siempre he creído que los libros dirigidos a un público infantil/juvenil tienen una responsabilidad impresionante, en definitiva son los que en un futuro van a ser decisivos en el hábito de lectura de los mayores... mis mejores recuerdos leyendo fueron toooda, o casi toda, la colección de "La Galera"... conservo muchos de ellos como oro en paño!
un beso
Estoy de acuerdo, María, es una responsabilidad escribir para el lector juvenil, aunque a veces se olvide y de lo que lean ahora dependerá que sean lectores en un futuro, por eso es bueno que tengan a su alcance una oferta tan amplia.
¡La Galera! ¡Qué estupendo! Yo también tengo libros de mi adolescencia guardadps como oro en paño, jeje.
Un abrazo.
hola, como estas? pasaba a saludarte, te sigo diariamente, Besitos
http://silvia-artesaniadelsur.blogspot.com
Gracias Silvia. Yo también me asomo a verte a tu blog :)
Un abrazo.
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