Ayer despertamos con una triste
noticia, muy triste, diría yo. Germán Sánchez Ruipérez, fundador
del Grupo Anaya y de la Fundación que lleva su nombre nos había
dejado.
Yo ahora podría contaros todos sus
logros, sus comienzos, sus pasos y sus aciertos pero, como os digo
siempre, los vais a encontrar en la red mucho mejor explicados, de
hecho, os dejo aquí el enlace de la página de la Fundación donde comunican su fallecimiento.
Pero sí os quiero contar otra cosa.
Creo que ya comenté que siempre me
interesó la literatura infantil y juvenil. Soy lectora empedernida
desde bien pequeña y cuando me hice mayor no dejé de leer libros
“de niños”, a pesar de que mis compañeros de facultad me
miraban como si estuviera loca. Me fascinaba la literatura infantil y
quería saber más sobre ella pero está claro que no supe buscar
porque no conseguí encontrar la manera de centrarme en ella y
estudié mi filología tal y como venía en los programas, es decir,
cero patatero de literatura infantil y juvenil.
Cuando me licencié, convencida de que
lo de la literatura “para niños” no tenía futuro y no me iba a
llevar a ningún lado, opté por seguir formándome en el mundo de la
edición, que me gusta y me parece maravilloso.
Poco después empecé a trabajar en
una librería y allí tuve la suerte de convertirme en la encargada
de una sección de infantil y juvenil grande y con muchas
posibilidades. Volví a recordar lo que de verdad me gustaba y a
sentir una gran satisfacción cuando conseguía que adultos y niños
apreciaran un libro y volvieran buscando otro. Ahí, sin darme
cuenta, empezó mi modesta labor de fomento de la lectura infantil,
ayudando a grandes y pequeños a buscar lo mejor de cada libro y a
disfrutar con ellos. Disfruté y aprendí mucho en esos días
Fue después, cuando me fui de allí y
tuve todo el tiempo del mundo y un mejor manejo de los ordenadores y
sus posibilidades cuando de nevo intenté encontrar un camino en los
libros y en el mundo de los cuentos. Entonces encontré la Fundación
Germán Sánchez Ruipérez y este fue un gran descubrimiento y el
primer paso de una nueva etapa. ¡Resulta que sí se podía uno
dedicar a este tipo de literatura! ¡Resulta que había gente que
trabajaba fomentando la lectura en los más pequeños! ¡Que uno se
podía formar en este ámbito! Me sentí contenta y esperanzada y me
gustó mucho la filosofía de la Fundación, sus ganas de aprender y
saber más, su visión abierta de algo tan controvertido como las
nuevas tecnologías en este ámbito...
Desde entonces he descubierto muchas
puertas a las que llamar para seguir creciendo, críticos y
especialistas en la materia admirables, libros que leer realmente
interesantes y he conocido gente estupenda, pero mi blog y mi pequeña
labor recibieron su primer empujoncito al conocer la Fundación que
creó Germán Sánchez Ruipérez, por su labor y su ejemplo.
Matilda y yo aún tenemos mucho,
muchísimo que aprender y avanzar pero no queríamos dejar de
despedir a quien nos ayudo, sin saberlo, a empezar a andar.
Hasta pronto Germán Sánchez Ruipérez
y gracias, mil gracias.
11 comentarios:
No lo sabía. Triste noticia. Y una gran labor la que esta Fundación hace. Me alegra que sin saberlo también te ayudara. Descanse en paz.
Besotes!!!
Descanse en paz :(
Que puedo decirte, no sabía nada de esta mala noticia.. que descanse en PAZ..
Un abrazo
Saludos fraternos..
Yo no sabía que existía esta fundación hasta que fallecío su creador¡Qué pena que siempre pasen asi las cosas!
Voy a intentar meterme en su página y, aunque sea después de su muerte, me enteraré de la labor de esta gran hombre.
Sí Margari, una gran labor la que empezó. La Fundación hace muchísimo por el fomento de la lectura y yo, desde luego, he aprendido una barbaridad con ella.
En fin, nos queda todo lo que hizo y ha dejado aquí, ¿verdad?
Un besazo, guapa.
Libros Que Voy Leyendo, Adolfo Payés, gracias por la visita.
Un abrazo muy grande.
Míralo Conchita, te va a gustar, ya verás. A mí me parece que hacen cosas geniales y super interesantes.
Un abrazo muy, muy grande.
La literatura infantil y juvenil siempre me han interesado mucho y conozco la labor que desarrolla la Fundación (me parece increíble, quien pudiera colarse un día por allí para ver cómo trabajan). Lo cierto es que yo sí que estudié en la carrera algo de Literatura infantil (eso que no soy filológa), ojalá pueda aplicar todo lo que aprendí algún día pero ya sabes lo difícil que es :(
Besitos.
Tenemos que apoyar y animar a todos los que trabajan en el fomento de la lectura infantil y juvenil: son los que abonan la cosecha del futuro de nuestra cultura. Confío en que la Fundación siga con su labor tras la pérdida de su fundador.
Saludos.
No te desanimes LittleEmily, pasamos una racha complicada pero seguro que pronto podrás ejercer tu profesión y dedicarte a lo que te gusta. ¡Tuviste suerte de estudiar literatura infantil en la carrera!
Un abrazo guapa y ¡ánimo! Esto también va a pasar ;)
Tienes toda la razón Inmaculada, hay que apoyar esas iniciativas, es muy importante que los más pequeños lean y disfruten con ello.
Yo también espero que la Fundación siga avanzando como hasta ahora. Estoy segura de que así será.
Un abrazo guapa.
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