Es curioso que haya libros que, a pesar de ser de mis
preferidos hace mucho, mucho tiempo, nunca os haya hablado de ellos. Es curioso
y se merece un tirón de orejas para mí solita, mal, muy mal, ¿cómo es que hasta
ahora no os había hablado de Doña Eremita? Pues supongo que, como tantas otras
veces, porque pensé que lo había hecho.
No sé si ya os
he contado que a Jaime y a mí nos encanta pasear y viajar en moto, nos encanta
mucho, mucho y no usamos otro medio de transporte a no ser que sea inevitable.
Pues bien, en la moto siempre llevas muchas más cosas de las que uno pensaría
que hacen falta. Llevas herramientas, por si la moto se estropea; toallitas,
por si te manchas; ropa de más por si al caer la noche hace frío; ropa de agua
por si de repente llueve… Y cuando vamos a salir de viaje y hemos puesto todas
las cosas que hay que llevar encima de la cama (entre las que no faltan uno o
dos libros y mis lanas) y Jaime me mira y me dice “es imposible que metamos
todo esto en el baúl y las alforjas”, entonces, yo me acuerdo de doña Eremita.
Porque, aunque
ella y su perro Mambrú viajan en bici y no en moto tienen el mismo problema que
nosotros y en cada nueva parada descubren que “a esta bici lo que le hace falta
es…”.
Lo mejor de doña
Eremita es que nada la detiene y enseguida encuentra la manera de resolver los
problemas. Mambrú, su bici y ella pueden llegar a cualquier parte y no importa
si llueve, si se sale la cadena, si se ensucia, si tienen hambre… hasta cuando Mambrú se siente
cansado se las arreglan para hacerle un hueco en la bicicleta.
Como todos los
libros de Quentin Blake, este irradia optimismo, positivismo y alegría en cada
página. El autor, con el humor gamberro y sencillo que le caracteriza nos
cuenta una historia muy divertida y nos anima a ver la vida siempre de manera
resuelta, ¿qué nos puede parar? Doña Eremita es la viva imagen de que nada.
Siempre se nos puede ocurrir una idea genial, siempre podemos sacar partido de
las cosas, y siempre podemos encontrar nuevos caminos.
Supongo que por
eso, y porque sus inconfundibles ilustraciones son capaces de llegarnos al alma
y de hacernos querer a todos sus personajes, Quentin Blake sigue siendo, para
mí, uno de los magos de la literatura infantil. Sin que nos demos cuenta nos
anima, en cada lectura, a creer en nosotros, ¿no queréis ser vosotros como doña
Eremita? Yo, desde luego que sí.
Pero qué chulo este libro, ¿no? Vergüenza debería darme que, viviendo en Inglaterra y con una niña de 5 años, nunca haya oído hablar de él. ¡Lo buscaré! Algo me dice que es un libro que nos va a encantar; sí, creo que a mí también me gustaría ser como doña Eremita... :-)
ResponderEliminarTotalmente de acuerdo contigo. Este libro lo saqué de la biblio hace un par de años y fueron varias las veces las que volvimos para que se viniera a casa de nuevo. Y es que cuando a mi hija le gusta, no le importa repetir las veces que hagan falta.
ResponderEliminarBesotes!!!
¡Halcombe! Vives en un país donde la literatura infantil tiene un lugar destacado y respetado, ¡qué envidia! Y, con tantos libros interesantes que tendréis a mano, no es tan raro que, justo este, se os haya escapado, jeje. Si os animáis a buscarlo, ¡seguro que lo pasáis muy bien con él! Quentin Blake es una autor de esos especiales y este cuento es, para mí, uno de los más divertidos que tiene.
ResponderEliminarUn besazo, guapa.
Margari, ¿ya has visto el siguiente libro de doña Eremita? Doña Eremita reina de la carretera, echadle un ojo, ¡es genial! Ya sé que tu peque es una lectora experimentada y que estos cuentos se los bebe pero ya sabes cómo es Quentin Blake, a mí me ha gustado muchísimo ;)
ResponderEliminarUn besazo inmenso, guapa.
¿Siguiente libro? Uys, pues creo que no! Voy a tener que cotillear en la biblio. Gracias Matilda!
ResponderEliminarBesotes!!!
La había visto, el año pasado...y me encanta...mmmm....quiero a Doña Eremita...y su bici...y su perro.
ResponderEliminarUn besito!!
María, a mí doña Eremita me hace sentir súper optimista, es de esos personajes que animan con solo mirarlo, a ella, a su bici, a Mambrú, ¿cómo no los vamos a querer? ;)
ResponderEliminarUn besazo, guapa.
Matilda, que sepas que el otro día entré en un Waterstones, vi un libro recopilatorio de cuentos de Quentin Blake y a casa que se vino conmigo. He leído ya un par de historias ¡y me han encantado! Ya ocupa un huequecito privilegiado en mi biblioteca (junto a dos volúmenes del Dr. Seuss). ¡Gracias por descubrírmelo! :-)
ResponderEliminar¡Me alegro mucho Halcombe, ¡si es que Quentin Blake nunca defrauda! Un día de estos tendremos que hablar del Dr, Seuss ;)
ResponderEliminarUn abrazo grande.
Doña Eremita me agota (y me gusta ehhh). Se entiende que esté tan delgada si se la pasa haciendo arreglos todo el día jajaja
ResponderEliminarun beso,
Ale.