Hace poco comentaba en el blog de lecturas de adultos que no
suelen regalarme libros porque, en general, cuando uno lee mucho, es difícil
hacerlo. Pero, de vez en cuando, algún intrépido se anima y nos rellena la estantería de casa con un
poco más de color. El libro que os traigo hoy fue un regalo de mi tía Ajo y
debo decir que estaba deseando conocer a este escritor.
Había leído en
críticas y blogs que David Walliams era considerado el nuevo Roald Dahl de la literatura
inglesa infantil y que sus libros tenían la misma frescura y humor que los del
creador de la pequeña Matilda así que, ya os imaginaréis que, como mínimo, me
picaba la curiosidad.
No me gusta que
se hable de escritores en estos términos y que se les compare como si pudieran
ser copias. No habrá otro Roald Dahl, nunca jamás, pero tampoco habrá otro
David Walliams. Cada escritor tiene sus cosas, buenas y malas, y usar los
nombres de otros como reclamo no hace más que crear expectativas y, a veces,
decepción. Además, si se compara con escritores que se han hecho un hueco por
derecho en la historia de la literatura, ¡cuidado!, es muy probable que
perjudiquemos al nuevo autor que se quiere encumbrar y que, sin él pretenderlo,
se le haga aparecer como alguien pretencioso, ¡compararse con el mismísimo
Roald Dahl!
Dicho esto y,
aclarando que entre estos dos escritores va un mundo, sí puedo entender la
semejanza que ven algunos, aunque no las comparto. Si bien es cierto que La increíble historia de… la abuela gánster
es un libro fresco, lleno de humor, algo gamberro y bastante irreverente no
comparte del todo la profundidad, la crítica y la carga social de los escritos
por Dahl. Sí es cierto que Walliams es lector y admirador del mismo y que,
además, ganó el premio que lleva su nombre, sí es cierto, también, que se nota
cierta influencia y desde luego, admiración pero, no nos equivoquemos ni les
quitemos mérito a ninguno de los dos, David Walliams tiene mucho que contarnos
y decirnos y no merece hacerlo a la sombra de ningún gran escritor.
Y después de
esta perorata que os he soltado y sin querer entrar a hacer un estudio de las
diferencias entre uno y otro ni de por qué esta comparación me parece
superficial y fácil, os cuento más del libro.
Ben, un niño de
once años que sueña con ser fontanero, odia que, todos los viernes, sus padres
le dejen en casa de la abuela para irse a ver su programa favorito en directo.
Las noches en casa de la abuela son, a juicio de Ben, horribles y aburridas, y
es que la abuela solo come sopa de repollo, huele a repollo, se tira pedos y
siempre quiere jugar al scrabble. Ya veis qué plan.
Lo que Ben no
sabe es que la abuela tiene un secreto muy grande y que gracias a esas
soporíferas noches él vivirá la aventura más emocionante de su vida.
No os voy a
engañar, cuando empecé a leer, esta historia no me pareció para tanto. Ben era
un niño malcriado, con unos padres insufribles y que, además, no trataban nada
bien a la abuela. Por otro, la abuela aparece descrita con un poco de crueldad
y tanto pedo con olor a repollo a mí me revolvió un ligeramente el estómago.
Pero cuando leo
un libro infantil o juvenil no me gusta quedarme con mi punto de vista de
persona adulta y reconocí que, si bien a mí me resultaba un poco exagerado,
todo este rollo escatológico me habría encantado con 8 años y me habría hecho
reír muchísimo.
Pasada esta primera
impresión y una vez que me metí en la trama fui descubriendo que Ben es mucho
más de lo que parece y que solo necesitaba un empujoncito para ver a su abuela
como era realmente. Mi opinión de los padres mejoró un poco cuando finalicé la
lectura, pero no demasiado.
También descubrí
que, página tras página, mi expresión había adquirido una sonrisa burlona y que esta no me iba a
abandonar ya hasta que cerrara el libro, lo estaba pasando muy bien leyendo. Y
finalmente, me sorprendí echando alguna lagrimilla y descubriéndome realmente
encariñada con los dos personajes principales de esta aventura, Ben y su
abuela.
Este es un libro
de esos que nos hace cambiar la sensación a medida que vamos leyendo y que nos
engaña al principio. Creíamos que sería de una manera y luego le vamos encontrando
mensajes y guiños que nos sorprenden.
Con un humor muy
especial y como ya he dicho, un poquito de gamberrismo entre letras, este autor
inglés utiliza las aventuras, las situaciones absurdas y el disparate para
darnos su opinión sobre algunos temas que, creo, a veces dejamos un poco
olvidados.
Tiene un ritmo
ágil, un lenguaje ligero y está acompañado por unas ilustraciones expresivas y
sencillas a la par que lo hacen muy recomendable, sobre todo, para leer en
compañía y comentar.
Para mí ha sido
un descubrimiento, he disfrutado leyendo, he aprendido y me ha obligado a hacer
examen de conciencia.
Pero no nos
equivoquemos, David Walliams no es el nuevo Roald Dahl, ni falta que le hace.
Tiene que ser muy divertido, pero creo que a mí me pasará como a ti, los pedos no me gustan en los cuentos. Lo pediré ahora para mi santo Un abrazo.
ResponderEliminarTiene que ser una historia la mar de entretenida.
ResponderEliminarUn beso
Aquí en Inglaterra hablan muy bien de este libro y yo hace tiempo que le tengo ganas, pero voy dando prioridad a otro tipo de lecturas. A ver si mi hija se hace un poquito más grande y se lo compro. :-)
ResponderEliminarMe ha gustado tu reseña. ¡Besos!
Admito que nunca he leído Roald Dahl... Pero concuerdo con que no se debe comparar a un nuevo autor,que es muy bueno, con un clásico que es excelente.
ResponderEliminar¡Ningún autor merece vivir bajo la sombra de otro!
Prometo leer a Dahl próximamente.
Un besín.
Nunca debe compararse a un autor con otro. Cada uno tiene su personalidad. Y sobre este libro, no sé, no sé... Mi hija lo empezó a leer un poquito pero no le entusiasmó mucho, así que me parece que éste no va a caer.
ResponderEliminarBesotes!!!
¿Cayó al final en tu santo, Conchita? Ya me contarás si te gusta.
ResponderEliminarUn besazo y felicidades atrasadas ;)
Espe, es, desde luego, una historia diferente y muy entretenida :)
ResponderEliminarUn abrazo.
Gracias, Halcombe. No tengas prisa, entre que tu niñas crece y no, ¡hay mil libros divertidos con los que disfrutar juntas!
ResponderEliminarUn abrazo.
Jajaja, Sahnny, no te preocupes que no es una asignatura pendiente, ya lo leerás cuando te apetezca ;)
ResponderEliminarUn besazo.
Con la cantidad de libros que hay, Margari, y si a la peque no le gustó... no hay necesidad, ¿no? Al fin y al cabo, ella ha demostrado más que de sobra su criterio lector ;)
ResponderEliminarUn besazo, guapa.
me encanta este libro soy muy adicta al libro de la abuela hámster me lo he leído ya 5 o 6 veces
ResponderEliminarMe encanta
me encanta este libro jijijijijijijiji
ResponderEliminarme lo he leido i es muy chulo lo recomiendo!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!????????????????????????????????????????
ResponderEliminar.I.