sábado, 30 de junio de 2012

¿Ahora qué va a pasar? Nuria Díaz Reguera. Raquel Díaz Reguera. ¡Y la última sorpresa!


     Se nos está acabando la semana especial y hoy traigo un libro que a mí me ha encantado por varias cosas. Primero, por lo divertido que es, segundo, porque es como una canción y se lo he leído a Byron (que por supuesto ha escuchado muy atento) hasta la saciedad solo para oírlo yo y tercero porque, esta vez, Raquel viene acompañada de su hermana Nuria y a mí los tándem de este tipo siempre me han gustado mucho.




“Va una vaca paseando por el campo, mugiendo,
cantando, soñando...
cuando de pronto tropieza y plofff,
se cae en un charco.
¡¡Muuu, muuu, no sé nadar!!
¿Ahora qué va a pasar...? ”.


      No me digáis que no os quedáis preocupados por la suerte de esta pobre vaquita. Por suerte, tiene muchos y muy buenos amigos que no la dejarás sola en este trance. Lo malo es que, sus amigos son un pelín patosos...


      Cuando leí este libro por primera vez no pude dejar de reírme, no es que sea para troncharse pero la situación que se va sucediendo es de lo más cómica y ya sabéis que yo me lo paso muy bien leyendo cuentos divertidos. Este además, nos habla de lo importante que es el compañerismo y la amistad y yo casi diría, que también, mantener la calma en las situaciones complicadas.



      En este caso, la diversión no viene solo por el argumento, el texto, lleno de rimas, con un tono simpático y un lenguaje divertido lo hacen muy ameno y fácil de leer.

      Acompañado de nuestras queridas ilustraciones, esta vez llenas de azul, el álbum es, para mi gusto, un todo perfecto al que se le puede sacar muchísimo juego a la hora de leerselo a los más pequeños. Además, ¡esta lleno de animales! Y ya sabéis lo que me gustan los libros de animales. Por si queréis saberlo, mi favorito es el burro.



      Y porque este es otro de los libros genialísimos de la autora de la semana, ¡¡¡Sííííí!!! ¡¡Tenemos sorteo!! Repetimos las mismas pautas. Ser seguidor del blog, tener dirección postal en España y dejar un comentario en la entrada. De verdad, es un cuento maravilloso, ¡no lo dejéis escapar!



      Os dejo el banner por si queréis llevarlo a vuestro blog. Por cierto, mil gracias a todos los que lo estáis haciendo.

      Un abrazo y mañana volvemos con el último cuento de esta autora genial.




viernes, 29 de junio de 2012

Un beso antes de desayunar. Raquel Díaz Reguera.


     Ayer en el blog de adultos hablábamos de los besos, hoy lo hacemos aquí porque vamos a hablar de un libro lleno, muy lleno de besos, bueno, de un beso.

      Todas las mañanas, antes de irse a trabajar, la mamá de Violeta le deja un beso en su almohada.



      “Un beso azul en los días soleados, más azul todavía en los días nublados y siempre, siempre, un beso azucarado para endulzarle el desayuno”.

      Y nunca, por mucha prisa que tenga, se olvida de dejarlo ahí.

      Cuando Violeta de despierta coge el beso y se lo pone en la mejilla pero los besos de su mami son tan fuertes que tienen vida propia y no pueden estarse quietos y el de esta mañana ha decidido salir de paseo y hacer que todo lo que encuentra a su paso sea un poco más bonito. ¿Queréis acompañarle?



      Creo firmemente que los besos son una de las cosas que regalamos mucho menos de lo que deberíamos. Los besos no cuestan nada, ni dinero, ni esfuerzo, al revés, dar besitos es una sensación muy agradable, ¿por qué no lo hacemos más? ¿Por qué dejamos que la vergüenza, la rutina o cualquier otra cosa nos impidan regalar besos a diestro y siniestro a todos nuestro seres queridos? Dar y recibir besos es algo bonito y reconfortante y este cuento, tan lleno de vida, es una muestra clara de ello. No os voy a contar todo lo que hace el beso de Violeta en un día pero os sorprendería ver de todo lo que es capaz.



      Como todos los demás libros de Raquel, este también rebosa de alegría y optimismo, creo que, si tuviera que describir su obra así rapidito diría que está llena de “buen rollo”, algo que hoy en día es muy importante y este cuento, que encima tiene besos por todas partes, pues ya os imagináis...

      Las ilustraciones son brillantes y llenas de colores y no se lo contéis a nadie pero yo me he quedado totalmente enamorada de las nubes, los árboles y el abrigo de un señor. Esta manera tan característica que tiene la autora de crear imágenes arrolladoras, mezclando dbujos como si fueran retales de tela le da a todo un aire muy especial y encantador.



      Ya sabéis que os animo, muy mucho, a que os asoméis a estos cuentos pero como estoy segura de que este, además, os invitará a dar besos, ¡os animo mucho más!

jueves, 28 de junio de 2012

¿Hay algo más aburrido que ser una princesa rosa? Raquel Díaz Reguera. ¡Y segunda sorpresa!


Carlota era una princesa rosa.
Con su vestido rosa,
su armario lleno de ropa rosa
y una habitación con una cama,
con unas sábanas y una almohada rosa .
Pero Carlota
estaba harta del rosa
y de ser una princesa.
¿Había algo más aburrido en el mundo
que ser una princesa rosa?

      Interesante pregunta, ¿verdad? Y es que las princesas rosas son delicadas y frágiles, buscan príncipes azules y un pequeño guisante puede perturbar su sueño.



      Pero, ¿qué pasa si una princesa no quiere ser rosa? ¿Qué pasa si no quiere un príncipe azul? ¿O si quiere surcar los mares buscando aventuras, o ser cocinera, o astróloga? Entonces la cosa se vuelve un poco más complicada.

       Y justo eso es lo que quiere Carlota, ella tiene muchos planes y muchas ilusiones y no quiere que se sus vestidos rosas, su cama rosa o su vida rosa se los estropeen. Por eso irá hablar con la reina y con el rey y tratará de explicarles por qué no hace falta que sea una princesa rosa.



      Yo nunca quise ser una princesa rosa (bueno, a veces si quería ser una princesa pero no rosa), no es que me pareciera mal que otras niñas si quisieran pero a mí me gustaban más otros colores.

      Hoy en día da la sensación de que está muy acertado eso de que las niñas no quieran ser princesas pero, ¿es eso cierto? A veces me da la sensación de que no hemos avanzado tanto. Hay roles que están más asumidos que otros y creo que, con este cuento, Raquel quiere hacernos pensar en eso porque, ser o no ser una princesa rosa ya no es tan controvertido pero seguimos sin ver, muchas veces, que cada persona es distinta, que lo que a unos les gusta a otros les puede parecer horrible, que cada uno debe crecer en la vida siguiendo un camino en el que se sienta cómodo y que todas, insisto, todas, las opciones son respetables. Una princesa no tiene porque ser rosa si no quiere, ¡hay colores preciosos! Pero si quiere serlo, debe poder hacerlo sin que nadie la critique.



      Esta historia, una de las más conocidas de nuestra autora estrella de la semana, es divertida, agradable, simpática y además, nos hace pensar, ¿no me diréis que no lo tiene todo?

       Por otro lado, esta vez, me encanta como ha tratado el tema de los colores, dejando que el rosa esté presente, reconociéndole su alegría y su belleza pero combinándolo a la perfección con otros colores, igual de bonitos y charlatanes, con muchas historias que contarnos.

        Solo hay una cosa en la que discrepo. Raquel pregunta, al final del cuento "¿por qué todas las niñas quieren ser princesas?". Yo no creo que todas las niñas quieran ser princesas pero sí estoy de acuerdo con ella en que entre todos, a veces, nos esforzamos mucho en que crean que lo quieren.



      Y porque este libro tiene mucho de qué hablar, es precioso y creo que no deberíais perdéroslo, ¡tachán, tachán, vamos con la segunda sorpresa de la semana! ¡Sí! ¡Nuevo sorteo!

       Y para participar solo tenéis que dejar un comentario en esta entrada, ser seguidor del blog y tener una dirección postal en España, ¿no os vais a animar?

      Aquí dejo el banner por si nos hacéis el favor de contar a todo el mundo que tenemos este sorteo tan bonito en el blog.




       Como en el anterior tenéis de plazo para apuntaros hasta el domingo 15 de julio pero voy a hacer un cambio. Es muy probable que el 16 esté de viaje así que, todos los sorteos se harán el 17 de julio, ¿os parece?

      En fin, poco más, ¡animaos a participar y mucha suerte!

miércoles, 27 de junio de 2012

El monumento a la cometa. Paco Mir. Raquel Díaz Reguera.


     Siempre me ha llamado la atención, cuando un libro lo escriben e ilustran personas diferentes, cómo consiguen que el resultado tenga una buena unión y que texto e imagen se complementan.

      En este caso, nuestro tercer día de la semana de Raquel Díaz Reguera me he dado cuenta de una cosa. Es muy importante que escritor e ilustrador vean la historia de manera parecida. Quiero decir que, si uno le da mucha gravedad al texto y el otro hace unos dibujos muy ligeros, por ejemplo, algo no encaja en el conjunto. Por suerte, el cuento de hoy no es así, el texto, nada más y nada menos que de Paco Mir, de Tricicle, y los dibujos, de nuestra querida Raquel, desprenden la misma alegría, el mismo humor, el mismo positivismo y los mismos simpáticos disparates disparates, sin duda, una suerte para nosotros que podemos disfrutar de todo eso.



      En un pueblo llamado Pueblo, que no está ni cerca ni lejos sin justo donde tiene que estar los vecinos se encuentran de repente con un problema tremendo y es que el verano ha llegado tan caluroso que hasta las nubes tienen que usar sombrilla para protegerse del sol.

      Cuando las cosas empiezan a derretirse todos se reúnen para buscar una solución y entre ideas disparatadas, resultados imprevistos y nuevos problemas todos tendrán algo que decir y mucho que aportar. ¿Resolverán el problema? Tal vez pero, desde luego, no de la manera que ellos se esperaban.



      Os tengo que decir que este cuento me ha gustado por muchas cosas pero sobre todo porque desde la primera hasta la última página transmite buen rollo y alegría. Tanto la historia en sí, escrita de manera simpática y divertida, llena de situaciones disparatadas y personajes sorprendentes, como las ilustraciones, arrolladoras y con unos colores que alegran el alma, nos hacen leer el cuento con alegría, con rapidez y con mucho ritmo.

      Un montón de gente que pasa por los rigores de un verano durísimo y que, en lugar de estar de mal humor, como me pasa a mí, se presta rauda y veloz a buscar maneras de cambiar las cosas y no se desanima cuando estas no dan resultado. Ya veis, un ejemplo claro de compañerismo y optimismo. Yo he aprendido mucho de esta historia.



      Además, esta vez, el álbum presenta una peculiaridad muy original. Tiene dentro de él un pequeño juego porque, entre los habitantes de Pueblo hay un gatito travieso que se pasea por sus páginas deshaciendo un ovillo de lana que se le ha enganchado al rabo. Está en todas ellas, ¿seréis capaces de encontrarlo? ¡Yo lo hice!

      En fin, una nueva historia que yo creo que no os podéis perder porque no tiene desperdicio.

      ¡Ah! Os dejo aquí el banner para el sorteo de ayer. Perdonad el despiste pero soy un desastre con el photoshop y necesité la ayuda de Jaime, que ayer no estaba, para que él lo hiciera bonito.


martes, 26 de junio de 2012

Azulín azulado. Raquel Díaz Reguera. ¡Y la primera sorpresa!


     Pues vamos allá con el segundo día de nuestra semana especial y la primera sorpresa.

      Hoy traigo el último libro que Raquel ha publicado. Como todos los demás, es una delicia, pero es también, para mi gusto, uno de los más entrañables.



      En la calle Amapolas hay una vieja casa que parece abandonada pero no lo está, en ella vive la señora Soledad, más sola que la una, tachando los días en el calendario y tomando el té con su sombra. Antes, hace años, su jardín estaba lleno de niños, pero esos niños ya crecieron y ella se quedó sin compañía.

      Cose vestidos de lunares para las mariposas y capas de raso para los gorriones y todas las noches, antes de ir a dormir, repite la misma frase:

      “Azulín azulado, otro día más que ha terminado”.

      Pero una noche de esas en las que la nieve lo vuelve todo blanco alguien llamará a la puerta de la señora Soledad y desde ese día todo será distinto.

      Y muy distinto porque la señora Soledad que es tan buena va a ir, poco a poco, viendo como su vida se llena de momentos bonitos y de nuevos compañeros. Es cierto, va a formar una pandilla un tanto peculiar pero, en cualquier caso, encantadora.



      Este libro es un auténtico ejemplo de compañerismo y colaboración, no importa de dónde vengamos ni cómo seamos, todos tenemos algo que aportar y que decir y esta vida, sus ratos buenos, sus trabajos, sus momentos complicados, son siempre mejores si cuentas con compañeros de viaje con los que compartir. Y ¿por qué no? A veces la vida nos sorprende con compañeros de viaje que nunca habríamos podido imaginar.

      Me ha gustado muchísimo esta historia, no solo porque la señora Soledad me ha caído bien desde el primer momento y sus compañeros me han parecido geniales, no solo porque está llena de humor, guiños y frases bonitas, no solo por lo que nos cuenta. Además, esta vez, las ilustraciones me han llevado dentro de la vieja casa de la calle Amapolas y me ha gustado muchísimo sentarme allí a tomar el té, a coser o a mirar el jardín y sus cambios. No sé si os lo he contado alguna vez, me encantan las ventanas y las casitas y esta, concretamente, me ha enamorado del todo.



      Os recomiendo muy mucho este libro para que al final del día podáis decir:

      “Y azulín azulado, otro día hermoso que se ha acabado”.

       Y para hacerlo aún más hermoso... ¡tachán, tachán, la sorpresa prometida!

      Raquel, que es un encanto, nos ha regalado un ejemplar de Azulín azulado para que podamos sortearlo en el blog. ¿No os parece genial?

      Participar esta vez es muy fácil. Solo hay que ser seguidor del blog, tener una dirección postal en España y comentar esta entrada contándome por qué os gustaría que os tocara el libro.



      Tenéis de plazo para apuntaros hasta el domingo 15 de julio a las 12 de la noche. El lunes 16 haremos el sorteo, si Byron se presta con él de pata inocente, si no, recurriremos a Random.

      En la entrada de mañana publicaré un banner lateral por si nos queréis hacer el favor de compartir el sorteo para que se pueda apuntar mucha gente.

      ¡Animaos! Es la primera sorpresa pero no será la última.


lunes, 25 de junio de 2012

Algo que aprender. Raquel Díaz Reguera.


     Bueno, pues ha llegado el momento de contaros qué es eso que he comentado estos días en facebook. Os dije que tendríamos una semana especial, con sorpresas y todo. Hoy vamos a dar el primer pasito.

      ¡Tachán, tachán! Bienvenidos a la semana especial de Raquel Díaz Reguera!



      ¿Y quién es Raquel Díaz Reguera? Bueno, estoy segura de que la mayoría ya lo sabéis, es una de esas escritoras de cuentos que con cada letra consiguen llevarte lejos, que, además, le pone dibujitos a las historias y las viste de colores.

      Ha escrito canciones y ha ilustrado cuentos de otros autores, ha diseñado preciosas cabeceras para blogs fantásticos y ha hecho un sin fin de cosas más. Es, sobre todo, una persona cercana, que transmite alegría y entusiasmo y que da la sensación de atreverse con lo que le echen. Además, vive en Sevilla y no pierde la ocasión de hacer un poco más bonita la vida de los cuentos, de los niños y de mi Matilda querida un poco más bonita.

      Por todo eso y porque el primer cuento suyo que llegó a mis manos alivió una tarde complicada he querido que todos la conocierais, a ella y a su obra y que pudierais disfrutar de unas historias y unos dibujos que siempre hacen sonreír.

      Así pues, no nos entretenemos más. Vamos a comenzar nuestra semana especial con un cuento que mí me encanta y me hace reír.

Algo que aprender.



      La granja en la que viven la vaca Marcelina, el cerdito Paco, el burro Faustino, la oveja Clara, la gallina Carmela con sus cinco pollitos y el gallo Manuel es una granja cualquiera y en ella, todas las mañanas, antes de que salga el son, el gallo Manuel avisa de la llegada del nuevo día cantando alegremente.

      Pero una mañana, el pobre gallito se despierta afónico y no puede cantar. Lo peor de esta situación, que tooodos en la granja se quedan dormidos, lo mejor, que entre unos y otros conseguirán sacar un lado positivo de lo que empezó siendo un contratiempo.

      Todos los cuentos de Raquel tienen algo especial, supongo que es porque están llenos de ternura y porque todo lo que cuenta tiene un aire divertido y simpático. Este no es una excepción.



      Los pobres gallos se quedan afónicos mucho más a menudo de lo que ellos quisieran y siempre es interesante ver cómo se resuelven estos problemas en las granjas. En nuestro cuento, por suerte, contamos con una serie de animales comprometidos, solidarios y sobre todo, llenos de inquietudes que al son de la frase “y como el saber no ocupa lugar y todo lo que aprendas algún día te puede ayudar...” crecen de manera independiente y como grupo y resuelven, no solo el problema del gallito afónico, si no también algún otro que se les va a plantear.

      Debo decir, para que entendáis bien mi entusiasmo, que a mí los cuentos de animales me encantan, me recuerdan a los dibujos animados que veía de pequeña y a los cuentos más divertidos de mi infancia, de ahí que, cuando leí esta historia (que también me recuerda a una canción de mis tiempos más macarrillas) no pude evitar revivir las tardes de vacaciones con mis hermanos, los bocadillos de nocilla y los bañadores con dibujos de pececitos. Supongo que, por eso, este cuento me pareció fantástico, pensé, que a mí me había traído de vuelta buenos momentos y que, a los niños que lo descubrieran ahora, se los regalaría por primera vez. Porque, aunque a veces parece que los álbumes ilustrados tienen los dibujos tan grande que no caben las letras, en la mayoría de los casos es solo porque estas son más tímidas y se esconden pero, en general, están ahí para llenar colorear los dibujos de emociones o de aventuras, como en este caso. La intriga por saber qué pasa y por ver cómo van a resolver los protagonistas sus enormes problemas y la preocupación (yo, por lo menos, me preocupé mucho) por los peligros que les acechan, hacen de este cuento una lectura fácil, ágil y entretenida, acompañada y complementada, claro está, por unas ilustraciones grandes en todos los sentidos, llenos de luminosidad, alegría y mensajes.



      Así pues, hoy aprendemos algo con los animales de la granja, ¿y mañana? Aún no lo sé, tal vez con un gato, lo que sí os puedo decir es que habrá una sorpresa.

      Espero que os apetezca acompañarnos, ¡aún tenemos mucho que contaros!

martes, 12 de junio de 2012

La casa del tejo. Carmen Gil.


     Hoy traigo un libro que me hizo disfrutar mucho con su lectura y que creo que es ideal para la época en la que estamos entrando.

      El verano ya ha llegado para quedarse en muchos lugares, aquí en Sevilla, desde luego, ya he deshecho la maleta y está más que instalado, por eso es inevitable pensar en las vacaciones, la playa y todas esas cosas.

      Os diré que yo no soy muy de playa, es más no suelo ir y si puedo, mis días de vacaciones y mis escapadas suelen tener lugar en otoño, pero aún así, no me olvido de lo que significaba esta época cuando aún estudiaba, ni de la ilusión con la que esperaba el momento de hacer la maleta y viajar (en mi caso a Cantabria) con mis padres y hermanos para disfrutar de unos días con la familia y los amigos. Todas esas sensaciones volvieron cuando leí La casa del tejo, ambientada en una playa andaluza pero llena de momentos reconocibles y entrañables.


      En la Edad Media, cuando aún se perseguía a las brujas, la casa del tejo fue protagonista de una triste historia y cuentan que, desde entonces, el alma de Juana, vaga por sus pasillos y habitaciones.

      Muchos, muchos años después, Marga, escritora y soñadora de profesión y vocación, llega hasta ella dispuesta a dejar atrás momentos tristes y a rehacer su vida junto al mar. Su sobrina Andrea decide quedarse con ella mientras se instala y juntas descubrirán que la nueva casa, que lleva años cerrada y necesita algunos retoques, tiene mucho que contarles.

      Me gusta mucho como escribe Carmen Gil, me parece una de esas escritoras capaces de conectar con los lectores más jóvenes siempre con una historia interesante. En este caso, no ha sido una excepción y creo que si yo lo hubiera leído con 12 años hubiera disfrutado aún mas de lo que lo he hecho.


      Los personajes, las situaciones, el ambiente, todo nos ayuda a sentirnos identificados y a vivir las aventuras de Marga y de Andrea como si fueran nuestras y podremos, no solo ir un ratito a la playa sino también enamorarnos de ese chico tan guapo al que hemos visto ensayar con su grupo, arreglar el jardín de la casa del tejo, lleno de malas hierbas y descubrir todos los secretos que esta esconde. Yo he sentido muchas, muchas ganas de abrir armarios y cajones para curiosear y descubrir por qué los antiguos propietarios dejaron tantas cosas allí y cerraron la puerta sin volver a acordarse de lo agradable que es vivir junto al mar.

      Cuando llega el calor y se acaba el colegio, todos necesitamos historias que nos ayuden a volar lejos, de aventuras, de amor, de misterio... este libro tiene un poquito de cada y una gran cantidad de encantadora sencillez que hace que se lea rápido y sin querer parar.



      Si tenéis ganas de cambiar de aires y de pasar un rato agradable y entretenido, no dudéis en llamar a la puerta de la casa del tejo, estoy segura de que Marga estará encantada de recibiros.

jueves, 7 de junio de 2012

Mateo que te veo. Andrés Chueca Cester.


      ¿Os gusta viajar? A mí me encanta. Lo hago mucho menos de lo que quisiera pero siempre estoy pensando en lugares que me gustaría visitar y voy apuntando los sitios que no se me pueden pasar. Por ejemplo, cuando por fin viaje a Inglaterra, no pienso dejar de pasar por el 221B de Baker Street, ni por el museo de Roald Dahl, por ejemplo.

      Pero mientras eso pasa, ya lo decía Emily Dickinson, para viajar no hay mejor nave que un libro, y en este caso, con mayor motivo porque nos vamos, nada más y nada menos que a Tebas, Egipto, de la mano de Mateo, un chaval revoltoso y simpático que tiene mucho que aprender y que enseñarnos.



      Mateo que te veo en Tebas es uno de esos libros geniales que la editorial Langenscheidt tuvo la amabilidad de enviarme hace un tiempo. Muchísimas gracias, por dejarme disfrutar de él y de tantos otros.

      Además, como coincidió con la Navidad, una de mis primas, Teresa, también lo pudo leer y debo decir que le gustó mucho.

      Sabéis que suelo contaros yo el argumento de los libros pero, esta vez, me gustaría que os lo contara el mismo Mateo, para que veáis lo simpático que es:

      ¡Hola! Me llamo Mateo. En el cole todos tenemos motes y el mío es Queteveo. Siempre estoy metiéndome en líos. Pero el más gordo fue el día que mi clase visitaba el Museo de Historia, donde por cierto trabajan mis padres. Pensé tierra trágame, y dicho y hecho. Por arte de magia viajé hasta el Antiguo Egipto, donde conocí a unos ladrones de tumbas, al faraón y...¡a Kipa!


      Kipa, por cierto, fue le personaje preferido de Teresa.

      Además, Mateo tiene algunas peculiaridades, odia el agua, a las palomas, a las cucarachas, a los payasos y a las serpientes, ya veis, es un poco raro, pero para compensar, le gustan las pizzas, los videojuegos y los libros de aventuras entre otras cosas.

      En fin, imaginaos el percal, de repente, sin sabes cómo ni por qué, Mateo se ve en el Egipto de los faraones ¡y casi sin saber nada de él! Ya os habréis dado cuenta de que, con este panorama, la diversión está garantizada.

      Como a mi prima Teresa, a mí también me gustó mucho este libro y lo pasé muy bien leyéndolo. Al principio Mateo no me caía del todo bien, pero supongo que era porque aún no le conocía mucho, luego me di cuenta de que es un chico listo y que aunque a veces quiera ocultarlo tiene un gran corazón.



      Una de las cosas que me ha parecido más interesantes de esta historia es que nos da muchos datos sobre la época y el lugar al que viajamos, es uno de esos libros con los que se aprende sin darnos cuenta. Además, como sucede con las aventuras de Mucki, tiene juegos y preguntas divertidos que amenizan la lectura y despiertan la curiosidad de los lectores. En fin, que no se conforma con ser entretenido y ameno, va más allá y eso me parece muy inetresante.

      Es un libro con mucha acción así que de lee con mucha facilidad, es rápido y ágil y está lleno de situaciones chocantes y momentos llenos de humor.

      Yo estoy deseando conocer nuevas aventuras de Mateo, si aún no le conocéis, os animo a que vayáis de viaje con él.

martes, 5 de junio de 2012

La inspiración dormida. Regreso a los colores olvidados. Silvia G. Guirado.


     Ya os he hablado de Carmensina, ella y Matilda se hicieron amigas hace tiempo y yo tuve la suerte de conocerla un poco después de Navidad, acompañándola descubrí Los colores olvidados y me convencí de que nunca se debe dar todo por perdido, al revés, siempre hay que mirar las cosas con calma porque es posible que nos llevemos sorpresas.

      No tardé mucho en volver a coincidir con esta muñequita encantadora y me la encontré muy triste. Carmesina se había hecho mayor y el día a día, las prisas, los problemas taaaaan graves... la habían arrastrado hasta conseguir que viera el mundo como lo veían los demás cuando ella nació, gris, sin colores y peor aún, sin esperanzas. Pero esta vez, el mundo tiene todos sus colores, lo que pasa es que ella no los ve.



      Por suerte, nuestra protagonista no está sola, Gato Negro, el mismo gatito que la acompañó en su aventura anterior, se ha dado cuenta de la situación y no está dispuesto a dejar que su amiga se hunda en un mundo de grises, sin ilusión ni ganas de vivir.

      Pero claro, recuperar todo eso que Carmesina ha perdido, su inspiración, sus ganas de dibujar, su alegría, su yo verdadero, no será fácil y requerirá de esfuerzo. Cuidada y vigilada muy de cerca por los personajes de los cuentos que le enseñaron los colores, tendrá que recorrer un camino complicado en el que descubrirá grandes verdades y conocerá nuevos personajes entrañables.



      Debo decir que, a pesar de sus preciosos dibujos y de su apariencia de cuento, este es un libro muy serio, sí señor, muy serio y muy actual porque, hoy en día, más de uno y más de dos ha perdido la inspiración y los colores, pero también, más de uno y más de dos, piensa que ya no volverá a encontrarla y ha perdido las ganas de buscar, eso es lo peor.

      Siempre he pensado que la vida es la que es, unas veces estupenda, otras no tanto, pero que los tiempos no tan estupendos pasan y que si no nos rendimos y buscamos lo mejor de cada rato, el viaje será más llevadero y los colores volverán siempre. Carmesina me ha dado la razón, todos tenemos ganas, de vez en cuando, de esconder la cabeza debajo de la almohada pero, por suerte, todos tenemos algo, por pequeño que parezca, que nos anima a sacarla. Apoyándonos en esas pequeñas cosas mantendremos la ilusión y la alegría. Pero aún hay más, es que, si las perdemos, si pensamos que nada vale la pena, si dejamos de querer y de querernos, ¡aún no está todo perdido! El viaje de vuelta es un poco más largo y tal vez, algo más duro, pero no imposible de recorrer.



      Yo creo que eso es lo que quieren que recordemos Carmesina y sus amigos al contarnos esta historia, no hay que dejarse llevar por el hastío, no hay que tirar la toalla y hay que recordar, siempre, que los colores están ahí, solo hay que saber mirar, hacia dentro y hacia fuera.

      Narrado con agilidad y soltura, sin olvidar el humor y el “buen rollo”, esta vez vamos a poder pasear por las calles de París, recorrer Florencia o asomarnos a algunos de los momentos del cine más carismáticos, pasando también por momentos de angustia y tremendo peligro, ¡este libro lo tiene todo!, ¡y también dos huevos duros!

      En fin, ya sabéis que yo siento debilidad por Carmesina y Gato Negro, que me acuerdo de ellos siempre que me siento un poco desanimada, que por su compañía, no creo en la mala suerte y que pienso que, este libro, como el anterior, es una joyita maravillosamente ilustrada que nos habla de cosas muy serias con colores alegres y palabras mágicas.



      De nuevo, si aún no conocéis a Carmesina, ¿a qué estáis esperando? Yo creo que os encantará ser sus amigos.